Me incorporo en la cama como un resorte, la respiración agitada y mis manos sudadas son síntomas de aquel terror que me causo ese extraño suceso, ¿qué había pasado? ¿qué había sido eso? ¿Un sueño? ¿Sera la paranoia de estar en este lugar que me pone de esta manera? ¿Sera que mi cabeza invento todo debido a las historias contadas?
Nunca me había pasado algo parecido, no suelo tener este tipo de sueños y se que sera mejor olvidarme de todas las cosas que escuche en el pueblo; de todos modos, no se porque ahora les doy tantas vueltas al asunto cuando antes ni me interesaba pisar este lugar.
Me levanto de la cama a sabiendas que tengo labor que hacer, asi que entre sueños doblo las sabanas usadas y tiendo la cama.
Luego de terminar aquello tomo mis productos de limpieza que cociste en un cepillo y un ungüento aromático; dirijo mis pasos al baño donde me siento en el pequeño taburete de madera, ya desnuda, empiezo a tallar mi cuerpo, fijándome en lo grande que era el baño y lo pequeña que era yo, fijándome en los tantos cubículos que habían aquí y se que es estúpido, porque la única que se encuentra aquí soy yo, pero me siento observada, más de una vez volteo hacia atrás porque el peso de unos ojos se siente sobre mis hombros desnudos.
Dando mi incomodo baño por terminado, tomo la toalla y seco mi cuerpo, lavo mis dientes y aplico el ungüento en mi axila.
Vuelvo a la habitación, donde reviso el closet buscando mi uniforme de trabajo; Es un vestido azul marido que me da por debajo de las rodillas, es liso y no se pega a mi cuerpo, posee mangas largas y dos bolsillos en la parte del frente y los botones llegan hasta mi cuello, lo acompaño con los zapatos negros de tacón corto que se encuentran ahí; con una cinta envuelvo mi cabello y no olvido guardar el botón que me dio mi querido hermano en uno de mis bolsillos.
Es ahí cuando inicia mi trabajo.
Fuera de la habitación el frío es demasiado notable, mis bellos de la nuca se erizan debido a este, el pasillo de habitaciones es más largo de lo que pude apreciar la noche anterior. abro la puerta que dirige al gran salón, los rayos del sol no parecen llegar hasta aquí y eso es sencillamente preocupante.
— Justo a tiempo — La voz que se dirige a mi me hace saltar en mi lugar.
— B-Buenos días — Me encargo de recuperar mi postura y hacer una reverencia.
— Buenos días — El señor Kim inclina su cabeza solo un poco en mi dirección.
Dobla las mangas de su traje ahora blanco y posa sus manos detrás de su espalda, Todo un hombre de clase alta.
— Estoy lista para iniciar — Le hago saber.
— Me gusta ese vigor — A pesar de que parece muy satisfecho conmigo, no sonríe en ningun momento.— Hoy tienes que limpiar la cocina, el comedor y la sala de estar.
— Si señor, con permiso.
Y no hace falta que él me guíe por que se perfectamente hacia donde tengo que ir. mis pasos resuenan por toda la mansión cuando subo las escaleras y abro la puerta de los utensilios de limpieza.
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Los trillizos Min
FanfictionLa mansión más temida del pueblo, la más solitaria y apartada de todos sin lugar a dudas; una mansión con una historia aterradora detrás, donde la protagonista era una madre psicopata causante de de la muerte de sus trillizos, la muerte de su esposo...