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Como sueñan los fantasmas.

¨¿Alguién puede oirme?

Estoy escondida bajo tierra

¿Alguién puede oirme?

Estoy hablando conmigo misma?¨

Tag you're it —Melanie martinez.

(...)

—Es extraño —Suga dice cuando sus manos estan en mis mejillas, tomando mi temperatura— La fiebre ya no esta.

—Le dije que solo era una calentura joven, yo no suelo enfermarme —Digo orgullosa.

—Igual creo que te preparare un té —Suga ignora mis palabras , el mediano de los Min solia ser tan cabeza dura.

—No tiene que hacer eso por mi joven Min —Aparte mi rostro con delicadeza.

—No dejas que nadie se preocupe por ti —Se da la vuelta y deduzco que se marchara, pero las hojas que toma de la despensa me hacen saber que no es asi. ¿De donde sacan todo? ellos no producen su comida.— Te tengo malas noticias my lady, con todo el respeto que una joven como tu merece, no me importa.

—El señor Kim me echara a patadas si se entera que te tengo preparandome hojas de té.

—Si tú no le dices —Se encoje de hombros y me da una mirada divertida por sobre sus hombros— Yo no le digo. —Pone a hervir el agua y vuelve a darme la cara.

—Mire que curioso, siempre tuve la corazonada de que el joven Agust era el de los actos atrevidos y rebeldes —Una risa nasal escapo de mi sin poder evitarlo, se me hacia bastante extraño el echo de que el joven Suga supiera guardar secretos. Siempre parece tan benevolente y recto.

—Agust sera predecible —Dice. luego se da la vuelta y busca entre los gabinetes un frasco de cristal, parece contener miel.— Yo puedo darte una sorpresa de vez en cuando, My lady.

No se que más decir, por lo que guardo silencio mientras le veo prepararme una tacita de té, tiene bastante gracia aun si solo se trata de té con miel, a decir verdad nunca lo había probado con esta ultima, la miel era bastante cara por aqui, un lujo que las marginadas como yo no podian darse.  Cuando el joven Suga pone la taza frente a mi, realmente dudo tomarla, su estructura tan fragil y preciosa, solo me hacen querer mirarla, a pesar de que mi boca se haga agua y me carcoma la curiosidad de saber como es la miel, el miedo de romperla sigue latente.

—¿Por qué no lo tomas? —Cuestiona y se sienta frente a mi.

Solo lo miro a él y luego a la taza, me ahorro mis comentarios inseguros, él hizo esto para mi despues de todo ¿Cierto?, tomo la taza entre mis manos y esta quema mis dedos, la suelto algo avergonzada de mi falta de modales.

—Lo siento. —Mascullo con la mirada baja, aveces cosas tan simples me salian tan mal.

—Tranquila My lady —Me toma de la barbilla y levanta mi mirada del suelo.— Yo te enseñare como se hace. —Los movimientos de Suga siempre son tranquilos, delicados, aun si solo esta guiando mi mano hacia la taza.

 Me hace tomarla por la haza, son solo dos de mis dedos, temo que mi pulso tiemble, pero  él me ayuda a llevar la taza a mis labios, donde le doy un sorbo a aquel paraíso liquido que logra calmar no solo mis nervios, si no que me hizo suspirar encantada. Suga sonrié cuando ve que no puedo dejar de tomarlo y yo quiero llorar cuando el liquido termina.

Los trillizos MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora