La mansión más temida del pueblo, la más solitaria y apartada de todos sin lugar a dudas; una mansión con una historia aterradora detrás, donde la protagonista era una madre psicopata causante de de la muerte de sus trillizos, la muerte de su esposo...
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—¿Podrías dejar de mirarme? — . Agust pregunta con cierto tono molesto —. No voy a dormir contigo si eso es lo que deseas.
La verdad es que no quería que se fuera porque seguía asustándome lo que había pasado hace solo unos minutos, por más que intento no logro encontrar coraje dentro de mí para enfrentarme a lo que acecha. Pero no puedo detenerlo aún haciendo ojitos de ave herida bajo la lluvia,
《Estoy segura de que si fuera Suga quien estuviera en estos momentos, no se atrevería a abandonarme de esa manera》
Una bofetada es lo que quiero promocionarme por el solo pensamiento. Estoy tomando demasiado lugar en esta casa en tan poco tiempo, más del que debería. No podía dejarme llevar por la hermosa alma que posee de por sí el joven Min, pero parecía ser la única alma viva en esta casa, luego todos se me hacían tan fríos y lejanos que me era imposible intercambiar más de dos frases con ellos.
Agust me da una extraña mirada antes de cerrar la puerta.
— ¿Quieres que deje la bombilla encendida? — . Pregunta Agust y me confunde.
《¿Bombilla, qué es eso?》 Mi mirada parece delatarme porque su dedo señala el artefacto en el techo de la habitación.
— Ah, te refieres a la vela flotante —. Digo rápidamente.
— No es una vela, es una bombilla, loquita —. Me corrige muy a su manera.
— ¿Qué es una bombilla ? —. En cambio preguntó.
El joven abrió su boca para responderme, pero no emitió ningún sonido después, parecía de piedra frente a la puerta, hasta que finalmente cerró su boca.
— Buenas noches —. Concluyó Agust.
Luego solo fue el pequeño golpe seco de la puerta cerrada.
—Buenas noches —. Susurre.
No le di mucha importancia y luego de unos minutos estaba dispuesta a sumergirme en los brazos de morfeo. El destino no tenía esos planes.
"TOC TOC" Se escucha tras las puerta. ¿Qué se le quedará a Agust por decir?
—Adelante — .Dije lo suficientemente alto.
La puerta se abrió en un chirrido y la niña de la primera vez estaba en mi habitación. A pesar de la sangre en su ropa y la suciedad en su piel gris, ya no me asustaba. Ella cerró la puerta tras su espalda.
