fifteen

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FEVER !

FEVER !

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❪ 🌗 ❫









   LA FIEBRE DE NETEYAM llegó igual que un golpe en las bolas. Sucedió después del incidente en el río, fue inesperado y dolorosamente fuerte, quizá tres veces más intenso que las temporadas anteriores. El calor subió por todo su cuerpo a mitad de la noche, encendiéndole la piel ante el más mínimo movimiento.

Tuvo que apartarse de su familia y huir a su cabaña especial para conseguir estabilizarse, cosa que creyó imposible al sentir que se le iba la vida en el deseo.

Satisfacer su necesidad carnal le nubló los sentidos de inmediato.

Nunca le molestó pasar sus días de excitación sin una compañera porque era consciente de no tener una. No quería tenerla y prueba de ello era su oposición a las insistencias de su padre. Por mucho tiempo se mantuvo firme a la idea de permanecer solo incluso en situaciones de tal calibre.

Tampoco tenía planeado encontrar una pareja solamente para follarla en sus días febriles. Aún conservaba un poco de sentido común a pesar de estar estallando en su propio celo. Quería convencerse de que todavía tenía honor.

No recurría a nadie para saciarse gracias a que debía respetar las costumbres. Bueno, por lo menos no fornicaba con una desconocida durante su fiebre. Era más íntimo que el sexo casual, un acto compartido y muy diferente como para refugiarse en cualquier na'vi.

Aquella vez no debió ser la excepción, pero sucedió: su miembro hinchado rogó por atención real. Y al estar tan cegado, pensó con la cabeza equivocada.

Se dio cuenta de su error demasiado tarde, puesto que ya se encontraba entre los muslos de una pueblerina que jadeaba su nombre con ímpetu sin dejar de manosearle los pectorales en el proceso.

Daba igual, no iba a detenerse. Neteyam necesitaba follar desesperadamente.

Se excusó con sus ancestros por tomar a una hembra de la reserva para su propio beneficio. Lo lamentaría al amanecer cuando tuviera que explicarle a la chica que haberlo calentado en su momento más vulnerable no significaba nada.

Abrirle las piernas no iba a volverla su compañera.

En lo que respectaba a su lujuria, las paredes húmedas de Xiana estaban haciendo un buen trabajo para darle un respiro a su animal interior. Arremetía contra su entrada cada vez que ella separaba los labios para emitir un gemido agudo.

Era bastante ruidosa y su voz chillona le resultó un poco irritante. Sin embargo, estaba dispuesta y era todo lo que importaba.

ーM-más rápido, ngh... así, ah-¡Neteyam! ーarqueó la espalda y alzó sus caderas, intentando que su toque llegara más profundo. ーM-me gusta, más... ¡oh, sí, sí!

satellite ✿ neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora