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En la majestuosa sala del trono del palacio, el Sultan Suleiman se encontraba rodeado de su familia la cual estaba presente para despedirlos antes de que pudiera partir hacia las fronteras orientales en busca de tomar Azerbaiyán y enfrentar la inminente invasión china. A diferencia de otras ocasiones El ambiente estaba cargado de tensión ante los últimos acontecimientos. Tanto la sultana Mahidevran y el príncipe Mustafa no querían estar presentes y ver el rostro burlesco y superior de la sultana Hürrem, pero la sultana Hatice les aconsejo que fueran y no mostrarán qué los acontecimientos recientes les habían afectado.
Mientras la sultana Mahidevran ardía en ira, la Sultana Hürrem se mantenía serena, pero una mirada aguda revelaba la influencia que ejercía sobre el Sultan y la reciente victoria qué acaba de obtener. No solo habían logrsod qué Mustafa fuera expulsado, sino que también habían hecho que Mehmet fuera nombrado gobernador de Manisa. Un aire de superioridad y grandeza emanba de la pelirroja, haciendo enfadar más a la Sultana Mahidevran estaba visiblemente molesta y se sentía humillada.
El sultan Suleiman qué estaba parado en medio de la habitación, justo delante del trono esperando a que todo estuviera listón para partir. Mientras lo hacia observaba esas miradas llenas de rivalidad silenciosa qué había entre su esposa principal y su antigua consorte favorita.
Curioso, Suleiman dirigió su mirada hacia los príncipes qué estaba juntos notando para sus sorpresa las expresiones entre ellos que denotaban cariño y afecto fraternal, pero Suleiman no se dio cuenta de lo que había en el interior de sus hijos. Incluso no noto la tensión particular en Mustafa. Dneto del principe mayor solo había dolor, se sentía abandonado por su padre y sobretodo traicionado por su hermano. Mustafa creía que Mehmet estaba al lado de su al lado de su masre y la había apoyado, pero se equivocaba pues Mehmet nunca estuvo enterado de las acciones que su madre tomaría. El aun pensaba en su hermano y lo triste y confundido qué se debía de sentir, durante estos días Mehmet itnentento acercarse a él pero Mustafa solo lo había tratado de manera distante. Mehmet no podía hacer nada por el momento solo esperar a qhe si hermano se tranquilizara y con el tiempo mejorará.
Pero parecía algo que no iba a suceder, pues a medida que los príncipes creicoern se distanciaron pero aún estaba el cariño presente. ahora debido a los acontecimientos y las ambiciones d e los demás la grieta en su relación comenzaba a quebrarse todavía más.
Las puertas del salón del trono se abrieron lentamente dejando pasar a un agha qué mantenía su mirada gacha.
—Sultán, todo se encuentra listo para su partida. Los hombres lo están esperando. —anuncio el sirviente a lo que suleiman soltando un suspiró asintió.
