¿𝑺𝒐́𝒍𝒐 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒂𝒔? [sɪʟᴠɪᴏ ɢᴀᴍᴇʀ x ᴏᴄ]

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La pelinegra se removió en la cama, estirando su cuerpo en el proceso para sentirse más cómoda, abrió los ojos mirando el techo pensando varias cosas. Notó que no estaba en su habitación, si no en casa de su mejor amigo, por un momento olvidó que se quedó a dormir en casa del castaño porque se le había hecho tarde para volver a la suya. Lo bueno era que el peliazul y el otro castaño no estuvieron en casa, así ellos dos pudieron hacer todas las cosas que querían sin que juzgaran su relación de amistad.

Se quedó recostada en la cama pensando en todo lo que había pasado anoche, sin duda fue una gran noche de películas y de jugar videojuegos, además de cantar karaoke con canciones viejitas de desamor apesar de no tener el corazón roto o algo, todo el ambiente estuvo lleno de risas por lo malos que eran; sin duda, lo mejor de todo el mundo.

Escuchó la puerta abrirse y vió aparecer al de ojos azules trayendo puesta una camiseta de alguno de sus compañeros de casa, además de tener una taza de café en sus manos y una cara de haberse despertado hace poco.

-Te hice café, ¿quieres? -fue lo primero que dijo Silvio al ver a la pelinegra

-Buenos días para tí también. Sí, amanecí bien, gracias por preguntar y sí, sí quiero café -expresó Color sentándose en la cama

Se cubrió con las sábanas evitando que él la viera desnuda, aunque tampoco había mucho que esconder después de lo ocurrido anoche.

-Que bueno. Mejor vístete antes de que Sparta o Flex lleguen, no quiero que sigan sospechando de nuestra "relación secreta" -hizo comillas resaltando la ironía

-Bien -se limitó a decir la pelinegra y se estiró otra vez acomodandose en la cama -, ¿pero no te gustaría repetir lo de anoche antes que ellos lleguen?

-Tal vez... Pero es mejor prevenir a que nos encuentren en pleno acto -expresó dándole un sorbo a su café y se acercó a Color

Dejó la taza en la mesa de noche y se recostó al lado de ella.

La de ojos marrones miró un momento a su amigo, no pensó mucho y apartó las sábanas para luego sentarse sobre el castaño. Este sólo la miró tomándola de la cintura, debía admitir que no quería alejarla.

-Que sea rápido -insistió ella poniendo sus manos sobre las de él

-Mmm, no lo sé, Flex y Sparta podrían llegar y vernos -repitió, podría querer, pero tampoco quería ser descubierto

-A la mierda ellos dos, que no te importe nada -habló un tanto impaciente por querer hacer algo como aquello-, ¿dónde está el Silvio que se arriesga a cualquier cosa? ¿El Silvio que se atrevió a gritar en medio de una plaza que era gay sólo por un reto? ¿Eh? ¿Dónde está ese Silvio?

-Color, no me hagas esto -insistió el nombrado siéndole cada vez más difícil negarse

-Vamos, Silvio, atrévete -retó comenzando a moverse sobre él queriendo provocarlo más-. Una aventura es más divertida si huele a peligro -cantó de manera traviesa insitandolo