🎸 DOCE

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I think I'm Okay - Machine Gun Kelly, Yungblud

Cassandra.

Estábamos tumbados sobre mi cama en absoluto silencio. El único sonido que se escuchaba era el de la lluvia contra los cristales y algún que otro relámpago.

Podía decir que no era un silencio incómodo, pero me preocupaban los pensamientos que pudieran estar pasando por su cabeza. A veces, había ocasiones en las que necesitaba que alguien me hablara, para simplemente callar todo lo que mi mente decía.

— Cuando era pequeña odiaba las tormentas. Siempre corría a la habitación de mis padres para esconderme entre sus sábanas — Jax giró su cabeza para mirarme —. Ellos pensaban que era un simple miedo infantil, pero con el tiempo se dieron cuenta de que era un trauma que había creado desde que mi abuelo materno falleció. Cuando mi padre vino a mi habitación para contarme que el abuelo no estaría con nosotros más, era una noche de tormenta.

Su mano tomó la mía y no necesité nada más.

— Mi padre también murió en una noche de tormenta.

No sabía si debía preguntarle acerca de ello. Tal vez en Internet pudiera encontrar información, pero prefería conocer sus historias contadas por él que por otras personas. Me quedé analizándole durante unos minutos, dudando en si formular la pregunta o no. Sabía que su temperamento no era el mejor y la furia aun yacía en su interior. Finalmente decidí que no era el momento de hacerlo.

— ¿Estás más calmado? — su ceño se frunció, mostrando unas pequeñas arrugas que me parecieron adorables — Tengo algo que mostrarte.

Tomé mi bolso plateado, que había dejado a un lado de la cama, para sacar mi teléfono móvil. En la pantalla se mostraban unas cuantas llamadas perdidas de Harper, pero prioricé mostrarle el vídeo que había grabado.

Jax acortó el hueco que quedaba entre nosotros para juntarse más a mí con el objetivo de tener una mejor visión de mi pantalla. Podía sentir su respiración acariciar la piel desnuda de mi hombro.

Le di a reproducir.

Sus ojos se mantuvieron inertes en el vídeo hasta que llegó la parte en la que el paparazzi entregaba el dinero. Su reacción me pilló por sorpresa, ya que me arrancó el teléfono de las manos, se levantó y comenzó a dar vueltas por la habitación mientras maldecía.

— ¡Lo tenía todo planeado! — soltó un grito que me hizo estremecer — ¡Maldito cabrón!

Se tomó del puente de la nariz e hizo el ademán de lanzar el móvil contra la pared, pero pareció recapacitar y caer en la cuenta de que no era suyo, porque sólo lo lanzó de vuelta a la cama. 

JAX ROCKWELL ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora