Catradora: Cada Verano Contigo ☀️💕

Stupid Heart.

Catra se arrojó a la cama de su madre para despertarla.

La mujer dió un salto de sorpresa y Catra soltó una carcajada.

- ¿Por qué siempre tienes que saltarle encima a la gente como gato? - Se quejó la mujer, bostezando.

- ¡Debiste ver tu cara!

Cyra suspiró.
Mientras tanto Catra se quitó de encima y se sentó en la orilla hojeando el libro que estaba en la mesita de noche de su madre.

La mujer la miró con detenimiento y sonrió.

- Lamento que hayas peleado con Emily ayer.

- ¿Quién te lo dijo?

- Glimmer.

Puso los ojos en blanco.

- Maldita brillitos chismosa.

La mujer rió.

- ¿Entonces irás sola a la fogata?

- No, iré con Adora. Pero igual no iba a ir con Emily antes de pelear - Aclaró sin verla, siguiendo hojeando las páginas.

La sonrisa de Cyra se volvió más suave.

- Adora - Repitió con ternura - Siempre pensé que ustedes podrían llegar a ser algo algún día.

La morena comenzó a negar aún antes de que su madre terminara de hablar.

- No - Dijo - No voy a hacer eso.

- ¿Por qué no? - Respondió confundida por la negativa tan cortante.

- Porque no voy a perderla, mamá - Dijo al fin, soltando el libro para verla - No funcionaría. Vivimos en lugares demasiado apartados.

- Sabes, hay algo llamado "relaciones a distancia" - Bromeó.

- Sí, pero eso es una mierda - Susurró, volviendo la vista al libro, solamente para no verla a los ojos - Sabes que eso nunca funciona.

Cyra la miró por unos momentos.
Entonces se sentó.

- Ahora escúchame bien, niña.

El libro fué apartado de Catra, obligándola a ver sus ojos.
Su madre tenía una mirada miel y tan cálida como los rayos del atardecer.

- Lo que pasó entre tu padre y yo fué una cosa. No significa que todas las parejas se separan por la distancia.

Catra no respondió en seguida.
Sabía eso.
Pero siempre había una posibilidad.
Y no podía vivir en un mundo dónde no estuviera con Adora. No podría permitir eso.
Ella quería estar con ella siempre, quería verla cada verano y pasar con ella todas las tardes.
No le importaba si eso significaría no poder decirle cuánto la amaba, si significaba tener que resistir el impulso de querer besarla así como tuvo que hacerlo aquella noche de diciembre.

Sacó aire, sonriendole a su madre.

- Tal vez, pero es mejor prevenir que curar.

Cyra cerró los ojos, pasando sus dos dedos por sus ojos.

- Como quieras, querida.

Entonces se levantó.

- Pequeña cabeza dura, será mejor que vuelvas a tu cuarto a menos de que quieras hacer el desayuno.

- ¿Amenazas tan temprano? - Se quejó, dando un salto fuera de la cama.

Entonces salió de su cuarto y volvió al suyo para dar un salto de vuelta a la cama.

Se quedó mirando al techo por quién sabe cuánto tiempo. Pensando en Adora.
Ayer en el café... Se veía como un ángel con ese vestido blanco de mangas que parecían volar.
Su cabello rubio brillando con las luces...
Suspiró.