F1 one-shots

Charles Leclerc - Cheater 2

Charles POV

 
No se que es lo que me pasa, todo se ha vuelto borroso para mi y el dolor en mi pecho solo ha crecido desde que ella se fue con Arthur. No logro entender cómo fue que terminé en esa situación, me preguntó desde ese día cómo fue que me pude acostar con ella y engañar a mi novia en nuestra propia cama. También el cómo fui tan idiota de ni siquiera decirle un lo siento cuando nos encontró, me preocupe por cosas que ni importaban, pero es que no se que me paso, me desquite con la persona que más me ha apoyado y solo estaba enojado porque se tuvo que ir una semana por trabajo y por el mal desempeño de Ferrari.

Todo es un recuerdo borroso, no me di cuenta en que momento se fue esta otra chica, que ni siquiera me acuerdo bien de su nombre, solo se que el dolor en mi pecho a ido creciendo al darme cuenta de mi gran error, ella nunca me va a perdonar y me da miedo haber perdido al amor de mi vida, porque estoy segura que ella lo es y no se si pueda perdonarme. Sus palabras ese día salieron con tanto odio, algo que nunca había visto salir de ella. Término de arreglarme porque he decido que iré a hablar con ella, haré todo lo posible para que me perdone, para recuperarla y solo conozco a una persona que me puede ayudar, Arthur.

********

En Estas últimas semanas el tiempo ha pasado lento, todavía no me acostumbro a la nueva realidad, mi pecho todavía duele cuando aparecen las imágenes de charles con otra pero se que es momento de comenzar y también se que Arthur no me va a dejar caer más en esta depresión, así que me paro y me arreglo antes de que llegue el a sacarme para según el ir a tomar aire.

Cuando salgo de su habitación de invitados me da la bienvenida el olor de un deliciosos desayuno, al entrar a la cocina lo veo a él sacando los últimos pedazos de tocino del sartén, y cuando me ve sonríe. -buenos días, menos mal ya te paraste porque ya iba a ir a despertarte, hoy tengo algo planeado para nosotros, además prepare tu desayuno favorito, solo por ti me salto la dieta-me dice riendo y yo solamente niego con la cabeza mientras río y me siento para empezar a comer. -Gracias Arthur y de verdad valoro que solo por mi te saltes tu dieta aunque sabemos que es mentira- término de decir y me mira indignado - como te atreves, más tarde me cobraré eso- se sienta a mi lado y comenzamos a comer.

Después del desayuno Arthur prácticamente me había sacado a la fuerza de la casa dándome cero oportunidades de arrepentirme y quedarme en la casa, nos dirigimos al muelle y me guía a un pequeño yate que está ahí y lo miro con duda -no te preocupes que me lo presto un amigo- me dice y me relajo, nos subimos al yate y Arthur empieza a navegar.

Me ubico en una pequeña zona qué hay para descansar, cierro mis ojos y respiro profundo, el olor a mar me relaja, un sentimiento de nostalgia me llena el pecho, mi relación de años se acabó y de la peor manera y lo que más me duele es que charles parecía muy poco arrepentido, como si no sintiera un poco de amor por mi o por lo que tuvimos. Se que debo avanzar, pero a pasado poco y borrar la imagen del dulce charles que fue mío por mucho tiempo sera difícil, pero se que gana la imagen de el con otra haciéndola gemir me ayudará a olvidarlo.

Salgo de mis pensamientos cuando siento a Arthur sentarse al lado mío, trae con el una canasta y empieza a sacar lo que yo veo que son mis snacks favoritos y sonrío. - Esa sonrisa es la que quiero  ver siempre, por favor no dejes que nadie la borre-  dice mientras me acaricia la mejilla. - lo se Arthur, pero ha sido difícil, no se si pueda sostenerla por mucho tiempo- le digo y el niega con la cabeza. - no te preocupes porque mientras yo esté a tu lado siempre me encargaré te ponerte una sonrisa en la cara-.

Ha pasado otro rato y ya tengo la piel un poco roja de todo el sol, así que me quito la salida de baño para meterme un poco al mar. Me hago a la orilla para tirarme al agua cuando siento un pequeño empujón y luego el agua fría a mi alrededor, salgo rápidamente y veo a Arthur riéndose. - te dije que me cobraría lo del desayuno - sigue riéndose y ahora tengo que cobrársela, por lo que solo se me ocurre una idea. - calambre Arthur, ayúdame- hago una mueca de dolor y su risa rápidamente se cambia por una mueca de preocupación, se arrodilla y me estira la mano para ayudarme, me agarro de su mano y lo jalo hacia mi haciendo que se caiga al agua también.