CAP 23: ¿DÓNDE ESTAN TUS PADRES?

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-Un joven de mechón blanco caminaba por la mansión con aburrimiento, estaba dispuesto a irse quizás, esta noche para relajarse en cualquier, después de todo. No tenia nada que hacer.

Jason: ¿mmm? - notó que en medio del camino vio a una beba sentada jugando con sus muñecos. La beba al notar su presencia, empezó a gatear hacia él, lentamente y con algo de torpeza.

Arella: Baaahhh- estiro sus manitos.

Jason: ¿Dónde se encuentran tus padres? No puedes andar sola en esta mansión- dijo cargándola y analizando su aspecto físico, Arella rio divirtiéndose empezando a reír. Jason camino por el pasillo, tratando de encontrarse con alguien que la llevara a sus padres, peor sin éxito bufo.

Arella: Brr, brrr, brrr- cuando Jason lo notó, vio como la beba formaba burbujitas de saliva. El las reventó con cuidado.

Jason: ¿Y ahora que haré contigo? No puedo dejarte en cualquier lugar- mencionó, la beba lo miró, sonriendo de nuevo, estirando sus manitos, tocando su rostro.

Arella: Bat ... btre- dijo balbuceando palabras irreconocibles. Cuando Jason sintió sus manitos suaves y regordetas, noto que nunca en su vida había conocido a alguien con las manitos tan suaves. Pero en ese momento vio algo .... Una niña, una pequeña niña de cabellos negros amarrados en una pequeña coleta dejando caer dos mechones, con ojos amatistas sonriente, pero, vio como sus labios rosados parecían decir algo, pero no lo escuchó. Después de esos momentos, vio a una niña mas grande, con cabellos mas largos y brillantes, tenia la piel trigueña al igual que Damian, aun así, su belleza resaltaba ante los rayos de la luz del sol. La chica volteo y dijo algo también, pero no escuchó nada. Cuando Jason volvió a la realidad, notó como la beba aun tenia sus manitos en los cachetes de él.

Jason: Si que eres curiosa- dijo para seguir caminando hacia la sala, caminando con mas tranquilidad, ya con los hombros relajados. Y con el humor mas tranquilo. Recordó que Alfred había salido con Mar'i al supermercado para comprar algunas cosas que faltaban en la mansión a si que se sentó en uno de los muebles, dejando a la beba en la alfombra que era suave y delicada, para que no se lastimase con nada y que no tuviera que explicar accidentes a sus padres- Tendré que esperar, sabes ...- la bebe la miró- tus padres me tendrán que pagar mi libertad por el tiempo que te estoy cuidando. La beba no pareció entender y solo lo miro sin saber lo que decía.

Jason: Olvídalo- dijo mirando para otro lado. Mientras el tiempo transcurría la beba jugaba con cualquier cosa que encontraba, hasta el momento de ver como la beba quería subirse a un mueble, viendo con curiosidad la escena y con interés, pero estaba a punto de caerse, así que se levantó lo más rápido que pudo y retuvo la caída al piso que a su edad puso ser fatal. El cayo al piso sosteniendo a la beba protegiendo su cabeza. Y el llanto no se dejo esperar. Y el maldijo entre dientes.

Jason: Ya ya no llores ¿sí? -dijo tratando de arrullarla, el llanto de la beba se calmaba al menos algo es algo, se sentó en el piso, tratando de tranquilizarla más- No llores o si no ehhh tu mama se pondrá triste. Agarró uno de sus juguetes y la agitó para que la beba se concentrara en el muñeco.

-Arella miraba el juguete con un poco de lágrimas, aun sollozaba, pero estaba mas calmada la sentó en su regazo y le acercó el juguete, la pequeña estiró sus manitas obteniendo lo que quería abrazándolo, y parecía que nunca lo soltaría. El soltó un suspiro, diciéndose a si mismo que tendría mucho cuidado la próxima vez. Miró a la beba que sostenía el juguete, observando las habladurías de un idioma conocido que quizás solo su madre conocía, lo miró y se río jugando con su pequeño peluche.

Jason: Pobre de tus padres- susurró. Colocando su mentón en su mano. Ahora solo quedaba esperar a que algún familiar apareciese para dejarle el cargo y tomar algún descanso.

Minutos después ...

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Rachel: Jason, has visto a ...

-Su cuñado. Estaba con tantos lazos de colores en el cabello que era casi imposible de descifrar.

Rachel: Yo ... Lo lamento enserio ... jujuju. De verdad- dijo acercándose para cargar a su hija que de inmediato se alegró al ver a su madre.

Jason: No te preocupes, más bien, gracias por venir- dijo levantándose y sacando esos lazos de colores que estaban amarrados, por una niña de 5 meses. Si, si es hija de su hermano.

Rachel: No hay de que- dijo cargando a su beba- Gracias de nuevo- dijo retirándose del lugar, su beba se despidió de Jason con una mirada pura y sincera.

Arella: Baba.

-Quien diría que el asesino y temido Red Hood, era tranquilizado por la sonrisa de una pequeña nenita de apenas de 5 meses. Se despidió, devolviéndole la misma sonrisa. Que casi nunca mostraba, ni siquiera a sus amigos más cercanos. 

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