dedicatoria especial

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Desde que el árbitro marco el inicio del partido mediante un silbatazo, Diego y Marcel no han dejado de alentar a los tuzos. El primer tiempo estaba a punto de culminar y ningún equipo había marcado aún.

Sin embargo, las llegadas eran bastante seguidas, pero ninguna terminaba por culminarse.

En el minuto 44' al fin llego lo que Diego y el rubio estaban esperando, el primer gol marcado por el asombroso Luis Chávez; un tiro libre que fue simplemente hermoso de ver.

La pareja de mejores amigos no tardo en abrazarse con la adrenalina y felicidad a tope, la afición respondió con la misma emoción, inundando el lugar de bullicio y gritos a su máxima expresión.

No se agregó más tiempo y pasados los 45' minutos, el árbitro indico el final del primer tiempo.

En los quince minutos de descanso, Marcel y Diego aprovecharon para salir e ir a la cafetería a comprar algún snack, para sorpresa de nadie, ambos amigos salieron con dos órdenes de tacos, un agua de horchata y otra de Jamaica y sin olvidarse del postre; una crepa con nutella para Diego y un waffle con fresas para Marcel.

De vuelta en sus lugares, tomaron asiento y prosiguieron a disfrutar sus alimentos. Conforme el tiempo avanzo, los jugadores ya se disponían a regresar a la cancha, Kevin y Giménez fueron los últimos en aparecer; ambos caminando a la par, abrazándose por los hombros.

Al ver la escena, el castaño y el rubio no tardaron en conectar sus miradas con complicidad, ambos estaban sumamente enamorados.

—Mmm, que rico. —dijo Marcel después de darle el ultimo bocado a si waffle.

Diego quien aún mantenía su mirada fija en ambos futbolistas, pero más precisamente en Kevin, levanto las cejas y soltó una carcajada de sorpresa ante el comentario de su mejor amigo.

No esperaba que Marcel tirara comentarios así...

Aunque Diego ya había presenciado de manera inesperada a Santiago y Marcel de una forma poco agradable, todavía no estaba tan acostumbrado.

Mejor dicho, nada.

—¿Santi? —pregunto el castaño con ciertos nervios.

—También. —respondió Marce con una sonrisa, Diego frunció el ceño.

—Ni hagas dramas, Dieguito. Porque tú y yo sabemos que desde conociste a Kevin babeas por él. Además, estoy muy seguro de que tu piensas lo mismo que yo cuando ves a tu chico.

—C-Claro que no. —Diego fingió ahogarse para disimular el sonrojo que prontamente se extendió por todas sus mejillas.

—Ajá. —Marcel giro los ojos con poco interés.

—Yo nunca diría que Kevin esta bueno. —dijo el castaño sin pensar bien sus palabras.

—Lo acabas de decir, Lainez.

Diego se golpeó la frente soltando un suspiro de frustración.

Kevin le tenía mal, y mucho.

—Mejor no digo nada. —finalizo fingiendo molestia, era obvio que todo era mera broma.

—Muy bien. —Marcel regreso su vista hacia la cancha, Diego sin más opciones; imito la acción de su mejor amigo.

El segundo tiempo ya había comenzado, desde el primer minuto del tiempo de compensación, el ritmo del juego era bastante intenso, ambas partes seguían llegando seguidamente. Hasta que en un rebote la pelota cayó en los pies de Nahin.

El defensa corrió solo hasta quedar cara a cara con el portero, con una simple distracción y acompañado de esa perfecta definición que contaba, tiro sin más, guardando así, el balón dentro de las redes.

desde las gradas • kevin x diegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora