últimos momentos

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El día que los estudiantes de último semestre habían estado esperando con tanto anhelo al fin había llegado. Desde en la mañana, la mayoría comenzaba a alistarse y a repasar todos los momentos que vivieron en tres años de estancia en la preparatoria.

El tiempo pasaba volando.

Desde que la alarma de su reloj despertador comenzó a inundar su habitación, un alterado Kevin Álvarez abrió los ojos con pesadez, golpeo múltiples veces el molesto aparato y cuando el ruido dejo de estar presente dejo que un grito de frustración brotara de sus labios, salió de la comodidad de sus cálidas sabanas y mirando a su alrededor llevo ambas de sus manos a la cabeza, el ansiado día era ahora su realidad.

Ultimo día en la preparatoria, últimos días en la ciudad, últimos días con Diego.

En su mesita de noche se encontraba una hoja doblada, justamente en la que ayer se encontraba escribiendo el discurso que daría para concluir su graduación, tomo el papel entre sus manos, leyó el contenido y asegurándose de que todo estaba correcto, lo volvió a dejar en su lugar.

Un vacío en el estómago le hizo abandonar su habitación, para cuando se encontró en el comedor de su hogar; su familia que recién acababa de llegar desde Colima estaba ahí presente para verlo en su graduación, sus hermanos y su madre. El pelinegro desde los dieciséis años tomo la decisión de independizarse e irse a otra ciudad para estudiar la preparatoria.

Su madre trato de convencerlo para que se quedara más tiempo con ellos, sin embargo, sus súplicas fueron en vano, ya que Kevin difícilmente cambiaba los planes y mejoras que se proponía en la vida.

En el momento que apareció en la cocina, su familia le saludo pues llevaban esperando por el un buen rato. Todos portaban una sonrisa en el rostro llena de orgullo, pues tan pronto como se hospedaron, Nahin no tardo demasiado en darles la noticia de su incorporación a la universidad de Coapa.

Kevin se acercó hasta su madre y de manera cariñosa dejo un beso en su frente, mientras que a sus hermanos les hizo un ademan con la cabeza, ellos le respondieron de la misma manera.

—¿Que tal despertó mi próxima águila? —le pregunto felizmente su madre, aunque frunció el ceño después de ver el rostro tan pensativo de su hijo.

—Es verdad, el lunes te vas. —dijo Felipe untando mantequilla de cacahuate a uno de sus panes tostados.

Kevin intento sonreír, pero su plan termino dejándole haciendo una mueca de desagrado. —Ni me lo recuerdes.

—¿Que tienes? Antier que nos lo dijiste te morías de la felicidad y hoy estas de un humor. —pregunto su otro hermano, Oscar.

—Estoy estresado, mucho. Dar un discurso enfrente de más de mil personas, contar una anécdota y ni se diga cuando llegue la hora de hablar con Diego. —respondió mientras pensaba en su último paseo con Diego y se servía café en su taza favorita, para luego tomar asiento junto a los demás.

Su familia permaneció callada después de que mencionara el nombre de Diego, no sabían de quien se trataba. Y cuando Kevin lo noto, casi se vierte el café encima al percatarse de la estupidez que acababa de cometer.

Su madre carraspeo antes de hablar. —¿Y quién es Diego? —sus hermanos le miraron fijamente en espera de la respuesta.

Kevin llevo ambas manos a su rostro tapándose por la incomodidad que le provoco la situación.

—Diego... Bueno. —el silencio pareció convertirse en aun más sepulcral. —Es mi novio. —confeso en un susurro que todos lograron escuchar perfectamente. Su madre llevo sus manos a su taza de café apretándola levemente para evitar gritar de sorpresa. Felipe dejo caer su pan tostado a la mesa sin ningún cuidado y por último Oscar trago lentamente el jugo de naranja para no ahogarse debido a la impresión.

desde las gradas • kevin x diegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora