listo para dar el siguiente paso

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Luego de que el entrenador finalizara con su habitual discurso de viernes, el último entrenamiento de la semana se dispuso a darse por concluido. La mayoría del equipo seguía descansando sobre el humedecido césped. Realmente era cómodo estar ahí, los suaves rayos mañaneros del sol tostaban la piel dejando un suave bronceado.

En cuestión de pocos minutos, los compañeros comenzaron a abandonar la cancha, tales como Edson, Henry, Cesar y Sebastián que desde que escucharon salir la última palabra del mayor se levantaron en grupo y con suma prisa corrieron a la cafetería, Kevin y Santiago soltando carcajadas observaron cómo se marchaban sus amigos.

—¿Quieres ir a la cafetería o quien meta más tiros es quien paga el desayuno? —el rubio propone con su vista fija en la portería, luego la dirige hasta su mejor amigo esperando su respuesta.

—Tiramos, luego vemos quien paga. —responde el castaño sin objeción. Aprovecharía para hablar con Santiago de algo que los últimos días le ha estado quitando el sueño.

—Bien. —Giménez se levanta a la par de Álvarez, ambos caminan hasta la línea donde se encontraban los balones.

—¿Tu primero? —pregunta Santiago, pues el castaño se está perfilando con la iniciativa para soltar el primer tiro.

—Sí. —da un par de pasos atrás, con gran velocidad regresa y con confianza lanza la pelota dentro de las redes.

—Voy yo. —Santiago repite el mismo procedimiento que su mejor amigo, solo que el delantero no la piensa demasiado, dispara con frialdad y sin más guarda la pelota justo en el centro de la portería.

Kevin admira profundamente a su amigo, realmente Santiago era una estrella.

Luego de que Álvarez fallara su ultimo tiro a propósito, el rubio comienza a celebrar su victoria. —Fue a propósito, no te emociones demasiado. —comenta con un suspiro.

Santiago le resta importancia al comentario y sigue con una sonrisa orgullosa decorando su lindo rostro.

Lamentablemente su felicidad se ve detenida cuando Kevin le hace una pregunta.

—¿Recuerdas que la semana pasada Diego me invito a comer a su casa? —Santi dirige su verdosa mirada hacia arriba tratando de recordar el evento que su amigo le menciona, su mente lo único que tenía presente era a su hermoso y querido novio.

Dentro de un par de segundos el delantero asiente.

—Si, ¿Por qué? —no logra comprender completamente el porqué de la pregunta.

Álvarez quería ser honesto, necesitaba tener un punto de vista diferente. Otra visión.

—Resulta que luego de la deliciosa comida, por cierto, su mamá cocina increíblemente bien. En fin, Diego me invito a su habitación, pasamos el rato charlando y riendo. Hasta que, en un momento, se quedó callado, como si estuviese, no lo sé, pensando en algo. —el defensa contaba mientras que Santiago escuchaba atentamente cada palabra.

—Bien, ¿Y luego?

—Se me ocurrió tomarlo de la mano ya que duro un buen rato sin decir nada, entonces el me miro, yo le pregunte que pasaba y su respuesta fue que estaba pensando en lo bonito que era pasar tiempo conmigo. —después de mencionar lo sucedido las mejillas del pelinegro se tornaron de un bonito carmín, al parecer revivir tal momento le ponía tan feliz que terminaba por sonrojarse.

—Ya está, le gustas. —al finalizar su análisis, el más alto concluyo con una sonrisa orgullosa y a la vez emocionada.

—¡Santiago! —con nerviosidad, llevo el dedo índice a sus labios insinuando que el rubio debía guardar silencio.

—Kevin, mentiras no dije. Creo que ambos somos conscientes de tal cosa. ¿O no?

—No puedo negártelo. Diego es lo más lindo que le ha pasado a mi vida últimamente. —un suspiro salió de sus labios, no mentiría, mucho menos a Santi que ha sido más que un testigo en su "relación" con el castaño.

—Te entiendo completamente. Parece que tienen un efecto positivo en nuestras vidas. Podría inclusive jurarte que Marcel cambio muchos aspectos míos los cuales nunca me importaron. Jamás logre imaginar que el amor te convertiría en algo diferente, como en una versión mejorada. Realmente es un proceso sorprendente. —Santi fue sincero en cada una de las palabras que le dedico a su mejor amigo.

Kevin procesaba mirando intercaladamente el verde resplandeciente del césped, por unos segundos para después perderse en el cielo azul. Tener la versión de Giménez fue ciertamente reconfortante. Sus experiencias eran diferentes, sin embargo, lograban coincidir en algo.

Ambos estaban enamorados.

Nahin quería ser honesto sobre sus sentimientos por lo que no dudo mucho en volver a hablar.

Desde que lo mire en las gradas, ahí junto a Marcel; apoyándonos a ambos, mi corazón comenzó a pertenecerle, no sé si era la bonita sonrisa que me dirigía o si su mirada brillante ilumino demasiado mi ser, porque desde ese preciso instante no dejo de pensar en él. —Santiago escuchaba atentamente, cuando la última palabra broto de los labios de Kevin, el ojiverde descifro lo claro que era el hecho de que el corazón de Nahin latía por Lainez.

—Te entiendo, Kevin. ¿Dime, a que quieres llegar con esta platica? Tratare de ayudarte en cualquier cosa que necesites.

Álvarez observaba fijamente al balón que pateo por última vez, sus pies estaban inquietos al igual que sus manos; repentinamente y de nueva cuenta su frente estaba perlada en sudor, pero esta vez no podía darse el lujo de culpar al sol.

"Es ahora o nunca" se dijo a sí mismo con resignación.

—Q-Quiero invitar a una cita a Diego. —dejando sus nervios a un lado, soltó sin más. De nueva cuenta, sus mejillas no tardaron en colorearse.

Giménez asintió con el rostro al conocer lo que estaba pasando por la mente de su amigo.

—Siento que estas confiado y a la vez demasiado nervioso, ¿Realmente estas seguro de lo que quieres? Digo, no te quiero hacer dudar, sé que te Diego te parece lindo y lo que están formando cada vez es más uniforme. Pero estarías aceptando dar un paso muy importante. Reconozco tu iniciativa lo cual es de admirar. —Santiago habla de manera tranquila, quiere lo mejor tanto para Kevin como Diego. Pero razona lo suficiente para asegurarse de que próximamente ambos vivirán un amor reciproco en todos los sentidos.

—Agradezco mucho que me hagas dudar Santi, pero puedo prometerte que algo dentro de mi exige que Diego y yo avancemos. Lo empiezo a querer, además desde que pedí que lo presentaras fue porque estaba consciente de que inevitablemente me enamoraría de él. —Giménez levanta las cejas y cierra los ojos con aceptación.

—¿Entonces finalizamos con qué?

Estoy listo para dar el siguiente paso.  


los momentos mas lindos de esta parejita estan por ocurrir, estoy muy emocionada. 

por cierto, muchas gracias por las 3K lecturas. 

lqm. <3  

desde las gradas • kevin x diegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora