futbolistas lindos

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Diego desde hace unos minutos, ya se encontraba en casa.

Aún seguía procesando todo lo que había vivido en su primer día en la escuela.

Una experiencia simplemente increíble.

Los nombres de todos los futbolistas no los aprendió como tal, así que esperaba que mañana pudiera obtener información sobre ellos. Toda la escuela los conoce, menos él.

Significaba algo importante el conocerlos.

Miro el reloj que se encontraba en su mesita de noche, quedaban cinco minutos para que fueran las diez de la noche, apago la lampara y prosiguió con taparse con sus cálidas frazadas. No paso mucho tiempo para que conciliara el sueño.

A la mañana siguiente despertó de un super buen humor. Lo de menos era que no hizo la tarea, se le olvido, pero ya buscaría una buena excusa para librarse de un regaño.

Solo quería verlo a él.

Kevin.

Mientras se duchaba pensó en que sería buena idea, informarse más sobre el equipo de futbol, era un buen plan.

Su madre le dejo de nueva cuenta en la escuela, no hablaron en lo más mínimo ya que Diego no quería ser molestado, uso sus audífonos todo el trayecto y al sentir el freno tomo su mochila y bajo del auto.

Miro su smartwatch, aún tenía media hora para que su primera clase comenzara, por lo que se dirigió al edificio donde se encontraba la biblioteca, al llegar noto que había un par de fotos del equipo de futbol decorando las paredes, Kevin estaba en cada una de ellas.

Las admiro por un rato.

Una pancarta se veía a lo lejos y con el título en grande "Empieza una nueva temporada para los tuzos" Diego curioso se encamino para leer todo de mejor manera.

Miro hacia los lados. Cuando caminaba entre los largos pasillos.

¡Sorpresa!

Justo antes de llegar a donde la pancarta, en uno de los escritorios se encontraba un álbum y su portada se leía el "Tuzos temporada 2015-2016"

Victorioso, tomo asiento en la silla y se inclinó en la mesa, abriendo el álbum. Paso varias páginas hasta que encontró una donde estaba una foto y abajo el nombre de cada jugador.

"Henry Josué Martin Mex"

18 de noviembre de 2000.

Delantero.

Lo recordaba ayer fue uno de los jugadores más aclamados.

"Santiago Tomás Giménez" 18 de abril de 2000.

Delantero.

Era el rubio que llamo su atención.

"Edson Omar Álvarez Velásquez"

24 de octubre de 2000.

Defensa/Centrocampista.

Ese era el chico alto y de cabellos negros que conversaba con otros dos.

Ojeo sin mucho interés el nombre de otros, hasta que por fin encontró a quien tanto buscaba.

"Kevin Nahin Álvarez Campos"

15 de enero de 2000

Defensa.

Sonrió al ver lo lindo que Kevin estaba en la foto. Pero algo que le dejo pensando mientras enfocaba su vista en la enorme ventana, era el segundo nombre del defensa.

Nahin.

Particular, raro, lindo. Tres palabras con las que Diego podía describir aquel nombre. Suponía que nadie le decía así, ya que cuando la gente le gritaba solo decían "Kevin".

Definitivamente y sin ninguna duda, la escuela tenía el privilegio de decir que contaba con futbolistas lindos.

Salió de su ensoñación cuando el timbre resonó por todo el lugar, cerro el álbum con sorpresa y con prisa salió corriendo de la biblioteca, ya que se encontraba bastante lejos del aula en la que se suponía debía estar hace ya más de diez minutos, pues Diego siempre era puntual.

Corría agitado por los pasillos, ya estaba a punto de llegar a su aula solo era cuestión de subir las escaleras y girar hacia la derecha, pero por lo mismo de ir tan preocupado no se percatado de que golpeo su hombro con el de alguien mucho más alto que él lo cual le provocó una caída un poco dolorosa.

Cerro los ojos, esperando que el dolor disminuyera.

—¡Ay no! Perdón en serio, lo siento tanto. —la voz de un chico arrepentido era lo que se escuchaba, Diego abrió los ojos con pesadez.

Otra sorpresa más.

El castaño había chocado con Santiago Giménez. Sintió sus mejillas enrojecerse ya que estaba haciendo el ridículo, sin importarle mucho su dolor se levantó, pero antes de pararse por completo Santiago le tendió la mano en manera de ayuda, dudoso, pero sin rechistar la acepto.

—¿Estas bien? —pregunto el rubio tímido.

—Si, todo bien. —respondió Diego, su rostro decía lo contrario.

—Ibas muy apurado, ¿Qué clase tienes?

—Matemáticas.

—Oh. El profesor es bien enojón será mejor que te acompañe para que le demos una explicación. —Diego frunció el ceño, nadie se había preocupado tanto por el para hacer tal cosa.

—Vamos entonces. —dijo tranquilamente.

Caminaron uno al lado del otro, dirigiéndose al aula.

—¿Cómo te llamas? —pregunto Santiago, antes de que tocaran la puerta.

—Diego. —dijo el castaño con una sonrisa.

—Mucho gusto Diego, ojalá nos hubiésemos conocido en otras circunstancias, supongo que sabes mi nombre.

—El gusto es mío y claro que lo sé, Santiago.

—Si, lo sabes. —asintió con el rostro.

—Ayer asistí al partido. —comento, Santiago conecto sus miradas, luego le sonrió. —¿Y qué te pareció?

—Genial, eres muy buen jugador. —halago, Giménez se ruborizo de nueva cuenta.

—Gracias.

—No hay de que. —respondió, para después tocar la puerta, la cual en unos segundos fue abierta por el profesor con una expresión seria y poco agradable.

—Lainez y ¿Giménez? —el hombre no esperaba que el jugador apareciera al lado del alumno.

—Buenos días, profesor. — saludo de manera amable. —Disculpe a Diego yo lo he interrumpido. Le prometo que no volverá a suceder. —el profesor le escaneo para luego asentir.

—Bien, pase Lainez. Te puedes retirar Giménez. —Diego se adentró al aula, despidiéndose con la mano de Santiago, quien luego se retiró.

Coincidencias de la vida.

No lo sabía.

Apenas era su segundo día en la institución y ya le había pasado de todo, no quería ni imaginarse lo que vendría después.

Diego fingía estar interesado en la clase, cuando realmente su mente estaba perdida pensando en los futbolistas lindos. 


desde las gradas • kevin x diegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora