LUNA . . . !
"tu. mi luna llena eres tú,
cuando apareces eres luz, y
las estrellas se molestan. me
miras más que a ellas"
dónde daniela publica un tweet para un youtuber que va a dar la vuelta al mundo y él le ofrece viajar con él...
... o dónde...
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👤 — DANIELA GARCÍA. 📍 — MARRAKECH.
REAL LIFE.
Abrí los ojos cuando sentí que la cama se movía. Me giré un poco, encontrándome con dani, que estaba dirigiéndose al balcón de la habitación. Volví a darme la vuelta y cogí el móvil, mirando la hora. Apenas eran las 10 de la mañana, solté un largo suspiro y sin hacer apenas ruido, me levanté de la cama y me metí en el baño. Me lavé la cara y luego los dientes. Embadurné con desodorante mi sobaco y luego salí del baño.
Daniel estaba despertando a los chicos.
Cogí algo de ropa y volví a meterme en el baño para vestirme. Pasados unos pocos minutos, volví a salir.
—Buenos días.
Cuando bajamos a desayunar cogí un plato, Jopa venía detrás de mi. Me puse unos crepes e introduje zumo de piña en un vaso de cristal. Después, caminé hasta llegar y me dejé caer sobre la silla. Dani, que estaba encendiendo la cámara, me miró y después sonrió. Yo también le sonreí.
No sabía porque, pero este chico me daba ganas de sonreír todo el tiempo. Me parecía muy tierno, sobre todo cuando le entusiasmaba tanto su trabajo, cuando quería hacer tantas cosas y no podía parar de sonreír cuando estaba emocionado.
Pero todo eso no iba a saberlo jamás.
Poco a poco fue llegando gente del grupo. Me encontraba sentada entre dani y borja, delante de mi estaba Jopa y al lado el editor de Plex, molestando al youtuber.
—Bueno, pequeño problema que nos encontramos en marrakech— mencionó Dani frente a la cámara— Es el cruzar las calles. No hay ni semáforos, ni pasos de peatones y hay constantemente un montón de coches, motos. Entonces, tienes que darle un poco a ojo y rezar porque frene.
Borja, que estaba a mi lado, fue el primero en cruzar la calle corriendo. Se me aceleró el corazón al ver cómo iba esquivando los vehículos. Jopa pasó detrás y Adri junto a él, aprovechando que no venía ningún coche. Solo faltábamos Dani y yo. Él iba a salir corriendo pero le cogí de la mano, frenándolo.
—¿Qué pasa? —se giró para mirarme.
—Si caigo apachurrada por un coche marroquí, caes conmigo— le ordené, haciéndole reír— Además, tienes mucho mas dinero que yo. Pagas tú el entierro de los dos.
—Entendido, jefa.
Cogió mi mano con más fuerza y luego volvió a mirarme. Asentí en su dirección, y ambos, prácticamente a la vez, corrimos cruzando la calle.
La adrenalina que sentí en ese momento no era ni medio normal.
Marraquech es precioso, de los mejores sitios que he visitado, y eso que no habíamos salido mucho de lo turístico. Pero odiaba ir por las calles, pues sentía que en algún momento me pasarían por encima con alguna moto.
