LUNA ( yosoyplex )

17 - " DUBÁI "

👤 — DANIELA GARCÍA.
📍 — DUBAI.

REAL LIFE.

—¿Dónde estamos, Dani? —Me preguntó Plex, apuntándome con la cámara. Yo sonreí, aunque me acababa de despertar hacía un rato y en lo único que podía pensar era en comer.

—¡¡En Dubái!! —Exclamé contenta. Jopa abrazó por los hombros, señalándome un coche precioso, mientras el YouTuber seguía con la introducción del vídeo— Te noto muy contento, Jopa.

—Lo estoy— respondió apoyándose en su brazo, que seguía sobre mi hombro— Siento que estoy siendo muy friki con el tema de los coches, pero es que me gusta mucho.

—Si tu estás feliz, yo también— le comenté. Sentí como sonreía y lo único que hice fue mover mi cuerpo de lado a lado, acabando él haciendo lo mismo— Yo no sé nada de coches, así que me vas a tener que explicar algunas cosas.

—¿Dónde has estado toda mi vida? —Preguntó. Encogí mis hombros, haciéndole reír— Te lo juro, eres el mejor descubrimiento que me va a dar este viaje.

—Si vemos un bugatti, ¿vas a llorar? Porque si vas a llorar, me vuelvo al hotel. No puedo ver a hombres llorar, porque lloro yo.

—Probablemente si veo un bugatti me desplome.

—Eso está genial— asentí mirando a Borja pegarle una colleja a Adri. No supe porque, pero tampoco quise preguntar porque ya me esperaba cualquier cosa— Evolucionando en la vida.

El primer lugar al que nos dirigimos fue hacia el Burj Khalifa, donde según Dani habían un montón de coches, para ver si podíamos cumplir el sueño de Jopa.

Dani y Adri iban más acelerados que Borja, Jopa y yo, ya que el chico no paraba de parar flipando con todos los coches que pasaban. No podía evitar sonreír, sentía que estaría haciéndolo durante todo el día, pues mi amigo estaba feliz y de alguna forma verlo así, me hacía feliz a mi.

—¡¡Jopa!! —Exclamó Plex, corriendo hacia nosotros con la cámara encendida. Eso solo podía significar que habíamos encontrado algo bueno para ponernos grabar— No te lo vas a creer— Jopa, emocionado, sonrió más todavía— Literalmente llevamos diez minutos andando y acabo de encontrarlo.

—¿El qué?

—No sé cuál es, pero hay un bugatti, bro.

Jopa empezó a caminar muy deprisa hacia el sitio donde estaba el coche aparcado. Dani trató de ir detrás de él para grabar su reacción, pero sinceramente me apetecía estar con él, ya que no habíamos intercambiado palabra en toda la mañana.

No sé que me estaba haciendo este chico, pero nunca antes me había pasado.

Es decir, tenía ganas de estar con él todo el día, y por si eso fuera poco, había veces donde me daban ganas de pegarme a él y no soltarlo en un buen rato, para tenerlo solo para mi.

Cogí su mano, y él dejó de caminar, mirando a nuestro compañero, para dirigir su mirada hacia mi, sonriente.

—¿Pasa algo?

—Solo me apetecía darte la mano.

Dani asintió, dándome un pequeño beso en la frente y empezando a caminar conmigo al lado, sin soltar mi mano. Nunca he sido muy fan de los besos en la frente, pero he de decir que con él empecé a disfrutarlos.

Cuando llegamos al sitio, Jopa no podía apartar la mirada del bugatti. Y era completamente normal, ni siquiera yo, que los coches no eran mi cosa preferida en el mundo, podía apartarla.

—Se puede alquilar— dijo entonces Borja.

—¿Qué se puede alquilar? —Preguntó Jopa, con los ojos muy abiertos. Después, se giró y miró a Dani.

Todos sabíamos que aquí el único que podía permitirse alquilar un bugatti durante media hora, era él.

—Uf— suspiró Jopa— Yo no tengo carnet, pero si mi compadre quiere conducirlo un rato y cumplir el sueño de su colega.

Dani me miró por un momento, antes de negar con su cabeza. Volvió a dirigirse hacia la cámara y dijo, con la voz seria: —No sé que hacer.

—Alquílalo— le pedí, poniéndole ojitos. Si funcionaba con mi madre, tal vez con él también— Si no, lo alquilo yo. Me pongo a hacer toples si hace falta.

—¿Con quien tengo que hablar para alquilarlo?

Su respuesta me hizo sonreír.

Al final, el único que se pudo subir y conducirlo fue Dani, pero Jopa se subió antes de salir a dar una vuelta, y se hizo muchas fotos. Y aunque yo, no tenía ni idea de coches, también me subí y me explicó muchas cosas que no pude retener. Al volver, acompañé a Plex y Jopa a la tienda de Apple para comprarle un móvil a Adri, ya que sin querer el YouTuber se lo rompió el día anterior en el Mar Muerto.

Cuando se lo entregó, fuimos a dar una vuelta por el centro comercial más grande del mundo, y no pude evitar comprarme un vestido corto, negro como el que tenía antes, ya que se me rompió saliendo de fiesta.

—Y bueno, cae la noche en Dubái— explicó Dani, enfocándonos con la cámara— Ya volviendo al hotel, y para despedir el día, mirad lo que hay en la puerta— su cámara apuntó hacia un coche verde muy bonito, seguramente el más bonito que había visto en mi vida— Es que no tiene sentido, es como el GTA en la vida real. Esta guapísimo. Así me los tuneaba yo en el GTA.

—Quiero que me enseñes a jugar a eso— le pedí, interrumpiéndole— No tiene que ser tan complicado, pero nunca he jugado— el chico se quedó callado, junto a Adri. Entonces sonrió, emocionado y se acercó a mi, mirándome embobado— ¿Qué?

No entendía su emoción.

No había preguntado nada del otro mundo, ¿no?

—¿Quieres jugar conmigo al GTA? —Me preguntó entonces. Sonreí y asentí, haciéndole sonreír todavía más— Dios mío, ¿dónde has estado toda mi vida?

—¿Por qué todos me preguntáis eso hoy? —Les dije, haciendo al editor sonreír— He estado en Valencia. Literalmente, nunca suelo salir de ahí.

—Creo que es porque eres la chica que todos los tíos buscamos— comentó Adri, haciéndome reír un poco. Plex nos miró— La amiga que a todos nos hace falta.

—Eres la mujer que he estado buscando toda mi vida.

Si antes no podía parar de sonreír, después de escuchar aquellas palabras tan bonitas, me lo impedía todavía más.

—Oye, pero que bonitos estáis siendo todos hoy— me reí de ellos— ¿Queréis dinero o algo? Porque si es así, Plex tiene mucho más dinero que yo. Estoy más pobre que las ratas, sobre todo después de aceptar venir a este viaje. ¡Por cierto! —Exclamé ahora mirando a Dani— Mañana es el cumpleaños de mi hermano, quiere que le envíes un audio felicitándolo.

—Eso está hecho.

—Haciéndose al cuñado— bromeó Adri.

—No te hace falta hacerte a nadie, solo a mi— le expliqué— Y tampoco lo tienes tan complicado.

—Eso está completamente hecho.