LUNA . . . !
"tu. mi luna llena eres tú,
cuando apareces eres luz, y
las estrellas se molestan. me
miras más que a ellas"
dónde daniela publica un tweet para un youtuber que va a dar la vuelta al mundo y él le ofrece viajar con él...
... o dónde...
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👤 — DANIELA GARCÍA. 📍 — AFRICA.
REAL LIFE.
Anochenos atacó un elefante.
No, no es broma. Literalmente pasó un elefante por detrás de nuestra casa. Plex y Adri pudieron volver a dormir, pero yo acabé sentada en el retrete viendo a Jopa afeitarse, porque no podía dormirme.
Y después de eso, Adri vio a un león.
Cuando se hizo de día me costó mucho despertarme para marcharnos al siguiente destino. Literalmente, ni me maquillé. Simplemente me puse un chándal, un top y las zapatillas.
Pensaba pasarme todo el viaje durmiendo.
—Te he guardado un sitio.
Le sonreí a Dani y subí al coche, poniéndome a su lado. Ni siquiera quince minutos después, yo ya tenía la cabeza sobre su hombro y estaba dormida. Saliendo del lugar me medio despertó porque habían un montón de elefantes alrededor del coche y quería que lo viera, pero preferí seguir durmiendo.
Cuando llegamos al nuevo hotel, me acuerdo que estaba muy desubicada de lo mucho que dormí. Bajé mis maletas y descansé la cabeza sobre Jopa mientras Dani contaba que estábamos en un pueblo de Sudáfrica, sin wifi, con un Jopa sin barba y un Borja que cada cinco minutos necesitaba correr hacia el baño.
Definitivamente, el pobre está malo.
Encima, tardamos muchísimo en encontrar nuestro lugar para dormir. Cuando lo encontramos, la valla estaba electrificada y Jopa y Dani tuvieron que ir a pedir la llave al otro lado de la carretera. El resto, nos quedamos por allí, cuidando las maletas.
—¿Cómo te encuentras? —Le pregunté a Borja, dejando caer mi trasero sobre el césped seco.
—He tenido días mejores, pero bien.
Los chicos volvieron poco después, mientras seguíamos hablando. Miré a Dani, que parecía estar demasiado agotado, necesitando descansar.
—La habitación no está lista— nos explicó nada más llegar— Todavía faltan dos horas.
—¿¡Qué!? —Exclamó Adri sin poder creérselo.
—Pues como a Borja le den ganas de cagar, vamos apañados— suspiré levantándome.
La casita donde nos íbamos a quedar, era la mas bonita que vi en mi vida. Me recordó mucho a la casa de mi abuela, por cómo olía y como estaba decorada de aquella forma tan rústica. Me di una ducha larga, y luego me vestí y maquillé de la forma más sencilla posible, aunque no en chándal, empezaba a cansarme un poco de él.
Decidimos ir a pasear por la ciudad, en busca de una farmacia, todo bastante oscuro, con Borja necesitando un baño a cada rato y sin saber dónde estábamos, ya que no teníamos tarjetas para el móvil. No sabía si era muy buena idea, pero accedí igualmente porque no quería quedarme sola.
