Milori entro tranquilamente otra vez en la sala, se sentó y los miro desafiaron
–Leí sus amenazas y créanme cuando les digo que no me van a intimidar- dijo seriamente –y no volveré a dejar que le dirigieran así la palabra a mi esposa- aclaro mientras sus ojos afilados se clavaban en el interior de ambos reyes. La reina sonrió con desprecio
–Lamentamos haberle asustado con mis escrituras- dijo ella mientras sonreía con desdén
–Sus escrituras no me asustan- dijo sinceramente mientras los miraban atentamente. El rey tomo un poco de té
–Está muy estresado- hablo con menosprecio. El peliblanco los miro. La charla se tornó aburrida en cierto sentido, él tratando de mantener la compostura y ellos tratando de encontrar un punto en el cual quebrarlo.
Cuando el tomo el té sintió un ligero sabor más dulce, esto era extraño y frunció levemente el ceño mirando su taza ahora vacía... era algo raro, Clarión siempre le ponía la exacta y cuando antes de irse había probado no tenía un sabor distinto. Era más dulce y también algo agrio, levanto su vista a los reyes que simplemente esquivaron su mirada mirando sus tazas que volvieron a llenar con el líquido.
Eso lo hiso saber que algo andaba mal y el habia caido. Las tres miradas se cruzaron unos segundos, en silencio, sin decir nada. Él tratando de adivinar los pensamientos de aquellos reyes y ellos con cierta burla
–ojala viva su vida feliz ¿sabe? La muerte de alguno podría separarlos y el otro quedaría destrozado, y lo seguiría ¿Quién cuidaría al bebe?- dijo la rubia mientras lo miraba enojada
–Creo que usted está entendiendo mal- dijo Milori mientras negaba con la cabeza. Ese sabor dulce medio agriado le había quedado en la boca, pero a pesar de eso no se sintió mal ni nada, pero tenía un mal presentimiento
–Lo de las cartas sigue en pie- dijo desafiando al rey
–Ni lo sueñe- lo amenazo el peliblanco
-¡ese bebe es un error! ¡Será una burla, una humillación! ¡Un... un... fenómeno!- grito totalmente fuera de sí la reina. El monstruo que ocultaba estaba emergiendo, sus ojos irradiaban ira y sus labios estaban apretados, su pelo tan bien peinado dejaba de verse adorable convirtiéndose en horroroso... más Milori no se inmuto por este cambio de humor de Bias, ni sintió miedo por el aire amenazante que esta despedía o por lo mirada petrificante. Él estaba impasible al huracán que era la reina
–Mi hijo o hija no será nada de eso, siempre será el símbolo de nuestro amor ¡aunque ustedes no quieran!- alzo su voz en lo último, estas personas no lo iban a bajar. Él estaba para proteger a Clarión ya su bebe, ellos no les iban a hacer daño nunca
-¿Quién evitará que lo hagamos?- dijo con burla
–yo y mientras esté vivo no podrá lograrlo- dijo seriamente. Ante eso el rey lo miro desafió captando toda la atención del peliblanco que le respondió la mirada. La rubia sonreía con desprecio "como dijiste... mientras vivas" esperaba con gran maldad en su impasible mente, sus ojos estaban clavados en el señor del invierno, lo veía con odio y rencor... nadie la desafiaba y permanecería en pie luego de eso ¡nadie ! Así que él no sería la excepción. En su mente solo quería verlo perder todo lo que quería... sin piedad. Ambos gobernantes hombres se miraban desafiantes, sostenían la mirada como que si se estuvieran peleando con ellas
–Mejor vámonos- ordeno la rubia mientras se levantaba. El pelirrojo asintió y salió, antes de pasar por la puerta la chica se dio vuelta –le deseo una larga vida- dijo con gran ironía para luego dar media vuelta y desaparecer. Milori volvió su vista a las tazas vacías y se miró las manos unos segundos... no se sintió para nada anormal. Por supuesto por pasar alto ese sabor extraño que seguía en su boca...
.
La reina se sentó al lado del rey enojada
-¡era el plan que ella lo tomara!- dijo pegándole una cachetada
–Veras... esto será tan doloroso que ella misma lo perderá- dijo con una sonrisa diabólica mientras despegaban. Ella sonrio con desprecio
–¿Tres pájaros de un tiro?- hablo sin piedad alguna... porque ellos siempre serían así, sin corazón, sin sentimientos... viles y mentirosos solo para obtener lo que querían.
.
Clarión sintió una opresión en el pecho, sabía que algo estaba mal, algo debía estar mal... ellos jamás se iban sin hacer nada... algo raro había pasado.
Camino por los pasillos, Milori había vuelto al lado invernal. Tenía miedo que algo haya pasado y que él no se lo haya dicho... sintió miedo e incertidumbre. Cerró los ojos preocupada apoyándose en la pared para luego mirar el techo
-¿Qué están tramando?- murmuro para ella misma. Entro a la sala a donde ellos habían estado y miro, no había nada fuera de lo común. Las tazas vacías alrededor de la tetera, los platitos que antes tenían las galletas estaban vacías, la mesa seguía puesta. Miro a los costados, no había nada fuera de lo común. Pero su instinto le decía que se acercara más. Entro algo indeciso al lugar, dando pasos lentos. No sabía que estaba buscando o porque rayos estaba ahí dentro caminando como que si fuera a hacer algo indebido. Negó con la cabeza acariciando la suave mesa, sus dedos pasaban por las talladuras y rozaban los platos.
Algo estaba mal. Por puro destino miro las tazas de té que ahora estaban mezcladas, estaban todas al medio y dadas vuelta, uno no podía saber cuál era de cada quien. Sin saber porque y dejándose llevar por un sexto sentido dio vuelta las tres tazas... eran tazas comunes con alguna gotita de té. Una le llamo la atención, su gotita de té era negro ¿sería café? Agarro la taza entre sus manos y aceite levemente, tenía un olor suave y dulce, pero también se sintió picante* sintió la necesidad de probarlo para saber que rayos era... pero un mal presentimiento le decía que lo dejara ahí. Agarro un poco de agua y la puso en esa taza, el agua cristalina y pura se volvió negra unos segundos para luego volverse normal. Su olor era raro, tenía un olor totalmente desconocido, no era de azúcar o de limón... era un olor como un algo químico.
Ella frunció levemente el ceño ¿Por qué tiene algo químico el té o el café? Pensó unos segundos. Tal vez los reyes occidentales ponían algo así a sus bebidas, solo debía ser eso. Con la taza de agua y esa cosa sin nombre, se fue a fuera. Tiro su contenido y volvió a dentro. Si se hubiera quedado unos segundos se hubiera dado cuenta que el pasto en el cual cayo estaba completamente seco....
Clarión suspiro y dejo a lavar la taza, era muy paranoica. De repente apareció una duda en su mente ¿si era algo que usaban esos reyes porque solo una taza lo tenía? Eso la dejo algo confundida, eran dos reyes. Se pasó la mano por la barbilla antes de encogerse de hombros, esto era sin duda raro... a menos que solo el rey o la reina usen eso. No tenía por qué preocuparse, no iba a hacer veneno ni nada por el estilo ¿o sí? Trato de alejar esos pensamientos... pero realmente estaba asustada ¿y si era así? "basta Clarión, ya no eres una niña para andar cuestionando todo lo raro, incluso puede ser una gota de algo que cayo ahí por casualidad" pensó antes de volver a sus deberes.
.
Milori estaba tratando de concentrarse sin poder lograrlo, ese sabor raro seguía en su boca y le molestaba ¿Qué rayos era eso? Tomo un poco de agua para aliviarlo, logrando apenas un poco de resultado
-¿Qué rayos es esto?- murmuró para sí mismo. El rostro de ambos reyes volvió a reflejarse en su mente... negó con la cabeza. Debió haber comido otra cosa antes y no se acordaba. Algo en su mente le decía que esos reyes tenían algo que ver, pero el traía de alejar esos pensamientos... ellos no serían capases de algo así ¿o sí? Se mordió el labio inferior, no estaba mal. Se sintió bien y bastante normal, si le doliera algo o se sintiera mal podría decirse que ellos si tenían que ver... pero solo tenía un sabor raro que le molestaba y eso no era nada grave.
Volvió su vista a los papeles... su corazón latía a ritmo normal. El líquido se estaba esparciendo por su sangre sin hacer daño alguno, sin causar nada raro o novedoso... pero aun así se quedó esparciendo contaminando cada gota de su ser.
ESTÁS LEYENDO
𝙴𝚕 𝚝𝚛é𝚋𝚘𝚕 | ʟᴏʀᴅ ᴍɪʟᴏʀɪ ʏ ʟᴀ ʀᴇɪɴᴀ ᴄʟᴀʀɪᴏɴ
FanfictionUn colgante de trebol que Clarión le entrego a Milori antes de separarse tiene mas secretos de los que se pueden imaginar. Un hombre que lo quiere por su poder, una chica maligna que puede volver y cosas que no se pueden decir ¿estará Milori prepara...