𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣; Tom Kaulitz.

୨⎯ ❝𝙎𝙝𝙚❞⎯୧

─¡Já! Claro que no.-Chistó─Correte o te hago correr, niño.

─Apa, no te tenía así, Juliette.-Sonreí de lado.

─¡Mal pensado!-Me empujó y luego abrió la puerta para marcharse.

Ella, ella y ella. La causante de todas las masturbaciones de cada noche, la causante de mi sonrisa tan estúpida y sobre todo la causante de haberme dejado así de tarado por ella.

Aquella noche terminó todo más que bien, me encontraba esperando su respuesta para trabajar conmigo y tenerla solo para mí.

Me encontraba haciendo los últimos detalles en el burlesque para ya estrenarlo la noche de la semana que viene, era todo de color negro con detalles de glitters.

─¿Acá meteras a tus putas?-Preguntó mi gemelo, mirando un cuarto el cual lo iba a convertir para mí.... Y ella.

─Mi puta.-Sonreí y me acerqué hacia el lugar donde había una cama king y todo era de color rojo vino. Ya me había hecho una idea de todo lo demás que le iba a poner; cuadros exóticos, una pequeña heladera para el alcohol, un armario para el cultivo y otro armario pero con juguetes y lencería.

─Así que Juliette, eh.-Rió y sonreía mientras me miraba, esperando alguna respuesta que ya con mis ojos y mi cara de embobado respondía cualquier pregunta que me haga.─ Cierra la boca que se te cae la baba.-Se rió aún más fuerte y se marchó de ahí.

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─Bueno, ya está todo listo.-Me sacudí las manos y miré el reloj 22:00pm.─Bill, levántate, hay que irnos.-Lo samarre esperando a que se despierte, estaba acostado en el piso y su almohada era una madera que vaya a saber de dónde la sacó.

Cómo no ví respuestas de vida, me acerqué a la heladerita sacando una lata de cerveza y abriéndola. Pero antes de abrir; agarré la chapita y la moví para ver en que letra se abría.

─¿Quién carajo es H?-Me pregunté a mi mismo confundido al ver que me había tocado la H, levanté los hombros sin darle importancia y le di un largo sorbo a la bebida.

Estaba perdido en mis pensamientos y sonó mi celular, indicando una llamada. Lo tomé y vi la pantalla, al ver que era un número desconocido corté y lo guardé en mi jean.

Había pasado una hora y Bill seguía durmiendo, agarré una copa que tenía en la habitación privada y lo cargué con agua del baño. Me acerqué sigilosamente a él y se lo tiré todo en la cara.

─¡Tom! ¡¿Pero qué mierda?!-Se levantó gritando y yo me caí al piso riéndome.─Vayamonos y levántate que así pareces un cerdo.-Rió apuntandome con el dedo y me dió su mano para levantarme, la cual acepté.

─Oig, oig.-Imité a un cerdo y ambos nos reímos, casi llorando.

Salimos del lugar y lo cerré con llave. Nos acercamos a mi Audi, abrimos la puerta y nos subimos.

─Pásame fuego, Tom.-Bill extendió su mano y le pasé un encendedor Clipper, encendiendose un cigarro y yo imité la misma acción.

Arranqué el auto y agarré rumbo hacia la casa de mi madre. Yo tenía mi propio departamento y Bill el suyo, pero nos sentíamos tan solos que nos pasábamos todo el tiempo con nuestra madre y nuestro padrastro.

─Bill...-Lo llamé aún con la mano en el volante y la mirada puesta en la carretera.─¿Tienes ganas de ir a un lugar?-Pregunté, mi cuerpo y alma estaban ahí pero mi mente y pensamiento estaba en aquel lugar con esa chica que me tenía loco.