୨⎯ ❝𝙋𝙖𝙧𝙞𝙨❞⎯୧

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─¡París, mi dulce y hermoso París!─gritó un contento Bill, bajando del avión.

─La ciudad del amor.─dije con una sonrisa.

─Sí, pero tú no lo tienes.─me sacó la lengua y yo como respuesta le mostré el dedo del medio.

─Ay ya cállense, todo el día peleando ustedes.─bufó Georg y lo peor es que tenía razón.

Salimos del aeropuerto con nuestras pequeñas cosas y.... Todas las cosas de Bill.

─¡Mierda!─gritó y nos dimos vuelta, estaba batallando con todas sus cosas.─ ¿Será que me pueden ayudar? Me acabo de romper una puta uña.

─No entiendo porque traes todo eso, si solo nos quedaremos dos semanas.─señalé sus cosas y prendí un cigarro.

─Una diva piensa en todo, no sé si estará frío o con sol, si va a llover o caerá un rayo. No sé si saldremos a boliches o nos iremos a un bar o-

─Bueno, cállate.─chistó Gustav y lo fue a ayudar con sus cosas.

─¿Cómo iremos al hotel?

─....

─¡¿Tenemos hotel?!─exclamó Bill, enojado.

─....

─¡Respondan carajo!─nos comenzamos a reír, básicamente estábamos tentados.

─Yo pienso en todo, pequeño Kaulitz.─dije sonriendo, dándole una calada a mi cigarro que ya estaba por terminar.

─Ay ajá.─rodó sus ojos y llegó la camioneta negra que esperábamos.

─¿Acaso no lo ves?─dije mirando al vehículo y tocó bocina.─ vamos y deja de ser así, eres peor que una mujer.

─Por eso no tienes a ninguna.

─Yo tengo a todas, no me quedo con una sola.─le guiñé el ojo y con mis cosas entré a la camioneta, seguido de los chicos.

Estuve hablando con mi amigo Levi, quien se encargó de buscarnos y de alojarnos en su hotel, totalmente gratis. Bajé la ventanilla para fumarme otro cigarro, moriré de cáncer si sigo así.

Mi vista fue totalmente dedicada a las bellas cosas de París, el clima estaba hermoso y el paisaje era tan precioso. Reposé mi brazo en el marco de la ventana y vi a una mujer totalmente igual a Juliette, la estaba viendo en todos lados.

Ya habíamos llegado al hotel, nos dió las llaves de cada habitación y luego nos haría un tour. Fuimos hacia el ascensor e indicamos el número, ya arriba caminamos por el pasillo y se cruzó una chica bastante linda. Me sonrió y le respondí con el mismo gesto.

─Estoy cansado, así que no me molesten.─dije al encontrar mi habitación y entré.

Me sentía estresado y cansado, dormí pero quería descansar en una cama normal. Dejé mis cosas a un lado y me tiré a la cama, prendí la tele y de la pequeña heladera que había, saqué una cerveza. Esto necesitaba.

Estaba poniendo música y se escucharon unos golpes en la puerta, me levanté totalmente enojado ya que pensé que eran los chicos, pero lo que ví era algo mejor.

─Hola.─sonrió.

─Hola.─sonreí de lado y la examiné de arriba a bajo, era de total mi agrado.

─¿Puedo pasar?─asentí y me hice a un lado para que entre.

Cerré la puerta y me senté a su lado, no paraba de mirarme y creo que yo estaba igual de atontado.

─Me gustaría pasar esta tarde contigo.─Dijo algo avergonzada y agachó su cabeza.

─Te ves tímida para hacerlo.─sonreí sin dejar de mirarla y me besó, creo que algo de sexo me haría bien.

La tomé por la cintura haciendo que se suba en mi regazo, acaricié sus glúteos a mi gusto y la movía sobre mi masculinidad haciendo que crezca. Ataqué su cuello con besos y mordiscos, sin dejar de moverla aún y ella respondía con suspiros bastantes excitantes.

Saqué su remera y subí su falda, para tener más acceso a ella. Me sacó la remera de igual manera y se alejó de mí, sacó mi cinto y bajó mi pantalón junto al boxer. Me sonrió y llevó su boca hacia mi erección, pasando la lengua por todo su largo, haciendo que me erice por completo.

Metió todo lo que cabía en su boca, la agarre del cabello y la ayudé con los movimientos. La alejé y la volví a besar, no quería venirme con eso, yo quería más.

La acosté bruscamente y me subí encima, no sin antes sacar mis pantalones, metí todo mi miembro en ella de a poco. Arqueó su espalda y me miraba, me hacía acordar mucho a Juliette y eso me motivaba aún más.

Me moví lentamente hasta que se acostumbre, con mi pulgar estimulé su clítoris y con mi mano libre acaricié sus pechos. Empecé con las estocadas más fuertes y profundas, pero no podía mirarla a la cara.

La di vuelta y volví a penetrarla, esta vez con más fuerzas, estaba sacando mis ganas y todo el estrés que traía encima. Di un par de estocadas más y salí de ella, acercó su cabeza nuevamente a mi miembro y le terminé en la boca.

Nos acostamos y caímos en un sueño profundo, era raro porque yo nunca dejo que se queden a dormir, pero sentí algo diferente con ella.

Y termino de nuevo con otra, ya ni quiero sacarle la ropa.

εїз

Me desperté por los golpes en la puerta y los gritos, eran los chicos. Abrí los ojos y miré a un lado, ella ya no estaba.

Me vestí y lavé mi cara, abrí la puerta y ahí estaban ellos.

─Hay olor a sexo aquí.─dijo Bill entrando y se dió vuelta a mirarme.─ ¿Estuviste con alguien?─señaló una prenda, se había olvidado su sostén.

─Sí.─alcé los hombros.─ ella vino a buscarme.─me puse cerca de la ventana y prendí un cigarro, no sin antes abrir la ventana.

─Nunca dejas que ninguna se quede a dormir ¿Por qué lo hiciste?─se sentó a mi lado, encendiendose un cigarro.

─No sé, fue diferente.─sonreí al recordar cuando vino.

─Esa sonrisa la conozco.─rió y me señaló.

─Cállate, pareces a mamá.─reí y le di un leve empujón.

─Escuché por ahí que hoy salimos.─dijo Gustav sonriendo, entrando junto a Georg quieres tenían botellas y marihuana.

─Obviamente, París nos debe recibir bien.─reímos y empezamos a hablar de cosas totalmente randoms.

𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora