୨⎯ ❝𝙏𝙝𝙚 𝙬𝙖𝙮❞⎯୧

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Me desperté por los rayos de sol que pegaban en mi cara, con demasiado dolor de cabeza y una cosa más... No había amanecido en mi cama ¿Dónde carajos estaba?

Me resalté un poco bastante, estaba semidesnuda salvo por una remera grande y holgada que tenía puesta, que por cierto olía bastante bien. Tenía un perfume bastante varonil que inundaban mis fosas nasales, me quedé tan concentrada en su olor que no me percaté que alguien estaba en la puerta.

─¿Descansaste bien?─sonrió de lado jugando con su piercing tan particular, que le quedaba jodidamente bien.

─Claro...─agaché mi mirada, para que evite ver mi cara totalmente sonrojada.

Me levanté como pude, ya que tenía un dolor en mi espalda baja y parece que Tom se dió cuenta de eso.

─¿Estás bien?─se acercó a mí, agarrándome de la cintura a lo cual yo me alejé y solo asentí.

─¿Podrías...?

─¿Salir de mi cuarto?─continuó la frase.

─Sí.─dije sin más y él solo reía.

Después de un rato peleando se decidió a salir, agarré toda mi ropa y me cambié, no quería estar aquí. Salí de su habitación y fui al baño para asearme, no me podía ver tan bien aún estando sin maquillaje.

Bajé despacio las escaleras con mi bolso en mano y todos se quedaron mirándome, claro... Seguía con la misma ropa de anoche, que tarada.

─Parece que alguien durmió bien.─rió Bill.

─Parece que a alguien le encanta que le den por el culo.─los presentes rieron menos Bill, quien me miró seriamente.─ retruco, bill.─le guiñé un ojo y terminé de saludar a todos.

─Tom... ¿Me llevas?─dije dándole un mordisco a la tostada que me habían dado.

─Él no te llevará a ningún lado.─habló una voz femenina, la cual miré bastante amenazante para luego posar mi vista en Tom.

─Ya la escuchaste.─alzó los hombros y posicionó a aquella mujer en sus piernas.

─Deja, yo te llevo.─dijo uno de los chicos que estaba sentado.

─Gracias...─quedé pensando en su nombre, pero en realidad no lo sabía.

─Georg.─sonrió y asentí, también con una sonrisa en mi rostro.

Luego del desayuno, saludé a Bill y Gustav. Obviamente no saludé a Tom ni aquella estúpida con la cual estaba. Estábamos saliendo con Georg pero una mano me agarró del brazo, lo cual hizo que no pueda seguir avanzando.

─¿Y a mí no me saludas?─preguntó Tom, con un semblante serio en su cara, juro que quería sonreír pero no debía hacerlo.

─Suéltame.─respondí totalmente seria, sin cambiar la expresión en mi rostro.

─Perdón Ju, me había olvidado la llave.─apareció mi salvación, tomándome de la cintura y mirándome.─ ¿Vamos?

─Sí, Georg, ya te alcanzo.─sonreí y le di una última mirada a Tom.

─¿Así que Ju?

─Mejor cállate y ocúpate de tus asuntos.─mi vista fue directamente hacia la chica que estaba dentro de su casa, peleando con Bill, al parecer por un zapato.

Me marché de ahí sin mirarlo, fui hacia el auto de Georg quien me esperaba con ansias. Subí y le dió marcha al auto.

─¿Como la pasaste anoche?─preguntó sin mirarme, ya que estaba concentrado en la carretera.

─Bastante bien, solamente me tengo que cambiar de nombre y nacionalidad.

Ambos reímos y seguimos todo el camino con charlas de cualquier cosa. Al llegar a mi casa, Georg se bajó para abrirme la puerta y me dió su mano, la cual acepté con una sonrisa. Estaba empezando a mirarlo con otro tipo de ojos, era bastante caballero... Y apuesto.

─Gracias por traerme.─sonreí achinando mis ojos y él sonrió igual.

─No hay de que.─me dió un beso en la mano y me sonrojé bastante.

─Bien..─carraspé mi garganta y me separé un poco.─ adiós.─lo miré y fui hasta la puerta de mi casa.

Georg ya se había ido y yo me di cuenta que había olvidado mi cartera en su auto.

─¿Es en serio?─bufé y empecé a tocar el timbre como loca.

─¿Te parece que estas sean horas de llegar, Juliette Bauer?─mi madre, iba todo tan bien antes de que llegue ella.─ encima así vestida, pareces una p...

─¿Una qué? ¿Una puta?─me paré frente a ella, mirándola seriamente. Habían varias veces que ella me trataba así, pero era la primera vez que podía enfrentarla.

─Sí, eso eres y yo no te crié así. No te crié para que bailes en un maldito burlesque, no te cuidé para que le entregues tu cuerpo a cualquier hombre que se te cruce, y así te estás equivocando bastante.

─La equivocada eres tú.─lagrimas amenazaban con salir de mis ojos y apreté mis labios para no verme débil ante ella, pero era algo que ya no podía soportar más.─ no le entrego mi cuerpo a cualquiera, no soy como tú.

─¿A qué te refieres, Juliette?─habló mi padre apareciendo al lado nuestro y no le di respuesta, solo me quedé mirando a mi mamá.─ Juliette, te estoy hablando carajo.

─¡¿Acaso no te das cuenta, pa?! Mamá te engaña de hace mucho tiempo y no es con un solo tipo.─y solté todo, no pude seguir hablando ya que mi mamá me había pegado una cachetada.

─¡Adrienne!─se escuchó el grito de mi padre y lo único que pude hacer fue irme corriendo hacia mi cuarto.

Lo más doloroso fue haber visto a Bastian mi hermanito que haya presenciado todo eso, mis hermanos mayores no me importaban pero él era mi vida.

Al llegar a mi cuarto, di un portazo y me acosté a llorar, necesitaba descargarme. No salía de la casa de los Kaulitz totalmente humillada por Tom, para ahora llegar a mi casa y que mi madre me trate como una cualquiera.

No sé cuánto tiempo pasé llorando, oí varios golpes en mi puerta a cada rato pero no era mi madre, estaba esperando su perdón aunque sabía que eso no iba a llegar y dolía bastante.

Miré a un lado y ahí todavía estaba la tarjeta de aquel chico que conocí en el burlesque, creo que necesitaba un respiro y un nuevo aire.

─¿Hola, Isma?

─¿Señora Juliette? ¿Ya tiene una respuesta?

Sí, acepto.

Bien, pasaré por ti esta madrugada, adiós.

『••✎••』

para algo más de trama y que no sea tan meloso.

gracias por leer y sigan votando si es que les gusta esta historia!💗

𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora