𝙏𝙤𝙢 𝙥𝙤𝙫'𝙨
Desperté por los rayos de sol, me había olvidado de cerrar la cortina y ahora estaría de malhumor. Recién me despertaba y ya había comenzado a sonar mi celular.
─¿Quién mierda es?─pregunté con total enojo ¿Puede ser que aunque sea un día pueda despertarme bien?
─Tom, soy liv ¿Qué pasa?
─Oh, hola linda.─cambié de tono.
─¿Recién despiertas?─se escuchó su risita y contesté con un "mh".─ se nota por tu voz.
─¿Por qué llamas?
─¿Nos veremos hoy?
─Lo siento, pero arreglé con los chicos para salir.
─Oh está bien, hablamos más tarde ¡Adiós!─y corté.
Me levanté y tomé una ducha para despavilarme, era mentira que tenía que salir con los chicos, pero realmente no tenía ganas de nada.
Salí de la ducha y me vestí para irme a desayunar, allí me encontré con los chicos quienes parecían de bastante humor salvo...
─¿Por qué esa cara de culo, Listing?─me senté y dejé la bandeja con el desayuno en la mesa.
─Problemas de amor ¿Y tu cara de culo a qué se debe, Kaulitz?─alzó una ceja.
─Problemas, pero no de polleras.
─Y no, si no estás con una sola por mujeriego.
─No te equivoques.─lo miré seriamente, Bill y Gustav se callaron.─ me gusta probar de cada una, no quedarme estancado y perder toda mi vida por una sola mujer.
─Bueno, ya paren.─dijo Bill, con su tono tranquilo.─ me hacen enojar y así arruino mi cutis.
─Diles, Bill.─dijo Gustav, emocionado.
─¡Ay, cierto! Hoy saldremos al centro a pasear, los cuatro.─hizo énfasis en lo último y miró a Georg, quien le enseñó el dedo del medio.
─No, no quiero.─respondí normal, dándole un mordiscon al tostado.
─No les pregunté.─me guiñó un ojo y seguimos desayunando normal.
εїз
Estábamos yendo hacía quien sabe dónde, solamente estábamos caminando en medio de todos los franceses, buen acento la verdad. Bill y Gustav estaban bastante emocionados, Georg y yo estábamos con la misma cara de culo.
─¡Si iban a estar con esas, no hubieran venido!─dijo Bill casi gritando, cuando fue él quien nos obligó a venir.
─Oye, Tom ¿Esa no es tu chica?─me preguntó Georg, señalando a Liv y yo asentí.
─Siento que lo hace a propósito, ella sabía que venía aquí con ustedes.─bufé y seguí caminando, hasta que se de cuenta de que yo estaba allí.
─No es amoooorrrr, lo que tú sienteeeesss se llama obsesióooonnn.─cantó Gustav, mientras trataba de bailar bachata.
Nos acercamos unos pasos más y agarré a Liv por la cintura, para mí suerte habían vidrieras para que los chicos miren mientras tanto, así no me jodían.
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𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣; Tom Kaulitz.
أدب الهواةJuliette una vedette de 18 años que trabaja como bailaría exótica, capta la atención de un hombre dueño de un burlesque de 20 años. Ella bailaba todas las noches sin darse cuenta que sería la obsesión de aquel hombre, quien pronto se volvería su adi...