୨⎯ ❝𝙏𝙝𝙚 𝙢𝙚𝙚𝙩𝙞𝙣𝙜❞ ⎯୧

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𝙏𝙤𝙢 𝙥𝙤𝙫'𝙨

Desperté por los rayos de sol, me había olvidado de cerrar la cortina y ahora estaría de malhumor. Recién me despertaba y ya había comenzado a sonar mi celular.

─¿Quién mierda es?─pregunté con total enojo ¿Puede ser que aunque sea un día pueda despertarme bien?

─Tom, soy liv ¿Qué pasa?

─Oh, hola linda.─cambié de tono.

─¿Recién despiertas?─se escuchó su risita y contesté con un "mh".─ se nota por tu voz.

─¿Por qué llamas?

─¿Nos veremos hoy?

─Lo siento, pero arreglé con los chicos para salir.

─Oh está bien, hablamos más tarde ¡Adiós!─y corté.

Me levanté y tomé una ducha para despavilarme, era mentira que tenía que salir con los chicos, pero realmente no tenía ganas de nada.

Salí de la ducha y me vestí para irme a desayunar, allí me encontré con los chicos quienes parecían de bastante humor salvo...

─¿Por qué esa cara de culo, Listing?─me senté y dejé la bandeja con el desayuno en la mesa.

─Problemas de amor ¿Y tu cara de culo a qué se debe, Kaulitz?─alzó una ceja.

─Problemas, pero no de polleras.

─Y no, si no estás con una sola por mujeriego.

─No te equivoques.─lo miré seriamente, Bill y Gustav se callaron.─ me gusta probar de cada una, no quedarme estancado y perder toda mi vida por una sola mujer.

─Bueno, ya paren.─dijo Bill, con su tono tranquilo.─ me hacen enojar y así arruino mi cutis.

─Diles, Bill.─dijo Gustav, emocionado.

─¡Ay, cierto! Hoy saldremos al centro a pasear, los cuatro.─hizo énfasis en lo último y miró a Georg, quien le enseñó el dedo del medio.

─No, no quiero.─respondí normal, dándole un mordiscon al tostado.

─No les pregunté.─me guiñó un ojo y seguimos desayunando normal.

εїз

Estábamos yendo hacía quien sabe dónde, solamente estábamos caminando en medio de todos los franceses, buen acento la verdad. Bill y Gustav estaban bastante emocionados, Georg y yo estábamos con la misma cara de culo.

─¡Si iban a estar con esas, no hubieran venido!─dijo Bill casi gritando, cuando fue él quien nos obligó a venir.

─Oye, Tom ¿Esa no es tu chica?─me preguntó Georg, señalando a Liv y yo asentí.

─Siento que lo hace a propósito, ella sabía que venía aquí con ustedes.─bufé y seguí caminando, hasta que se de cuenta de que yo estaba allí.

─No es amoooorrrr, lo que tú sienteeeesss se llama obsesióooonnn.─cantó Gustav, mientras trataba de bailar bachata.

Nos acercamos unos pasos más y agarré a Liv por la cintura, para mí suerte habían vidrieras para que los chicos miren mientras tanto, así no me jodían.

𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora