~14~

130 15 10
                                    

~ Cada mirada compartida y cada sonrisa furtiva eran pequeños pasos hacia un amor que aún no reconocían ~


Richie: ¡Will! Apúrate, ya quiero  ir al árcade!

Will: ¡ya voy, ya voy![mientras salía de aquella cabaña].

Era de mañana y aquel par peculiar de chicos había decidido disfrutar del premio ganado por insistencia de los anteojos que desde la noche no pegaba ni un ojo toda la noche. Estaba ansioso de volver a disfrutar de los juegos de un arcade, había pasado demasiado tiempo desde que no iba a uno y ya le hacía bastante falta.

Richie: byers tardaste siglos[con un tono dramático mientras tenía ambas manos en su cabello con desespero]

El castaño viró los ojos; conocía lo imperativo que era su amigo; sabía que era algo que en Richie se le caracterizaba. Estaba consciente de que ya de hace un buen rato el de anteojos anhelaba con demasiadas ansias ir a disfrutar del premio.

Will: fueron cinco minutos [corrigió]

Richie: da igual, para mí duró una eternidad.[mientras miraba con sin ganas a sus dedos].

Caminaron por varias zonas recreativas en busca del árcade, encontrándose con algunas caras conocidas a quienes no dudaron en saludar. Durante estas semanas pudieron conocer a varios chicos del campamento, desde la extrovertida Georgina hasta el chico rebelde de Tyler. Si bien cada uno de ellos eran distintos en muchos aspectos, no podían dudar que habían conocido unos agradables colegas con quienes podían entablar una conversación serena. 

Richie se distrajo observando su entorno. A lo lejos, divisó a James, su proclamado enemigo, según muchos que eran testigos de su interacción. Aunque no era agradable, para Richie era demasiado personal que le pusieran esa etiqueta. Consideraba que James no era alguien significativo en su vida; de hecho, lo veía más como "el idiota". A pesar de las constantes tensiones entre ellos, Richie no entendía por qué algunos se empeñaban en dramatizar la situación.

James se encontraba ayudando en llevar algunas cosas que habían traído de encargo para la cafetería del lugar.

Se sabía que James tenía un carácter difícil de lidiar, pero eso no justificaba las consecuencias de sus acciones. Hace unos días, se le encontró molestando a un niño, obligándolo a cumplir con las responsabilidades que le habían asignado a él. Cuando Billy se enteró de esto, no dudó en imponerle un castigo que fuera lo suficientemente severo como para que aprendiera la lección. Era hora de que James entendiera que sus actos tenían repercusiones

Para Richie era una grandiosa vista ver la desgracia del joven; definitivamente tenía que burlarse de James; no podía evitarlo; el joven tampoco cooperaba; estaba vestido con un mandil y una red de cabello; estaba estúpidamente ridículo.

El de anteojos no ocultó su risa contagiosa que llevó a que el menor Byer también riera.

Will: de que jaja nos estamos riendo jsjs [se agarro la barriga de la risa]

Richie: MIRA, ESQUE SE VE TAN JAJAJAJA[señaló hacia dirección de Dante]

Will de inmediato poso su vista a hacia el lugar señalado, ahí pudo comprender todo, en verdad no le favorecía los mandiles a James,era una escena graciosa de observar, en verdad Billy si sabía dar castigos, debería uno de estos días a elogiar al mayor.

Will: SE VE RIDÍCULO JAJSJAJAJ [al igual que Richie se agarro la barriga]

Richie: EXACTO JAJAJS [su risa resonaba por doquier]

Era de esperarse que la risa contagiosa del joven de pecas llegara a oídos del grandulón, quien de inmediato comprendió que esas risas eran una burla dirigida a él. Con agresividad, dejó de lado lo que iba a hacer y caminó con pasos pesados hacia los dos jóvenes. No iba a permitir que nadie se atreviera a reírse de él, y menos un par de fenómenos como Richie y Will; así los veía. Odiaba tener que cumplir con aquel castigo y despreciaba esas sonrisas. Estaba decidido borrarlas de sus rostros. Ya no le importaba nada, ignorando por completo la advertencia de Billy Hargrove, su consejero.

El verano de nuestro amor [Ryers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora