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Fue hasta la madrugada de aquel día, que le llegó una llamada de un número desconocido.

Hanni, sin acordarse ni dónde está hechada, se despierta y ve el número desconocido.

Decide ignorarlo, pero sigue sonando y sonando, molestando a Hanni...

Mierda, Kim Minji. Se levanta rápidamente de su cama, tirando las sábanas y agarra su celular, contestando al instante.

Esperó unos segundos, tratando de calmar los latidos de su corazón.

- ¿Sí? - Preguntó nerviosa, con el corazón a mil

- Mira por la ventana - Oyó aquella profunda y ronca voz que distinguía a Kim Minji

Hanni sin pensarlo se asomó y divisó un Porsche 911 estacionado, la silueta de la misma Kim Minji apoyado en este.

A Hanni se le hicieron agua los ojos mientras corría a todo dar hasta la puerta principal.

No le importaba nada qué tanto ruido hiciera, su vista solo se fijaba en la salida de la casa.

Sintió eterno el transcurso de salir de la casa, hasta que se dió.

Ya con la puerta abierta, dobló su cabeza a la izquierda, viendo a una Kim Minji sonriente.

Fue rápidamente hasta ella y sin decir nada se lanzó contra su cuerpo rodeando sus brazos en el cuello de la mayor y juntando sus labios en un gran beso.

Se decían todo lo que no pudieron en años a través de ese beso.

Cuando se separaban, solo lo hacían para mirarse a los ojos y continuar en lo que estaban.

Sentía las manos de Minji colocarse en sus cabellos y alborotarlos.

Abrió un poco más su boca y sintió la lengua de Minji adentrarse en esta, soltó una risita, cómo amaba aquello.

Se sentía tan irreal que volvía a separarse, para comprobar de que realmente era Kim Minji. Y al comprobar como por quinta vez que efectivamente era Kim Minji, volvía a unirse a ella.

Fue después de un gran tiempo que la mayor se separó y sonriendo, fue hasta la puerta del asiento de piloto del coche y antes de adentrarse le dió una señal a Hanni para que entre.

La menor sin dudarlo caminó hasta la puerta del copiloto e ingresó, admirando el interior del auto.

- ¿Dudaste de mí? - Preguntó Minji mientras sacaba las llaves de su bolsillo y encendía el auto

- Solo tres segundos - Confesó admirando el rostro de su amada

Minji arregló un poco el espejo retrovisor.

- Ahora puedo preguntarte Hanni-ah... ¿Quieres ir conmigo? - Volteó a verla fijamente

Veía a una Hanni sonriente, apretando los labios.

- Sabes la respuesta - Sonreía como tonta mirando a su Minji

La mayor sonrió de vuelta y volvió su vista hacia adelante.

Por Dios, ¿Cómo Minji era tan hermosa? Se preguntaba.

Se estaba muriendo por besarla. Minji adivinó.

- Sepas que este coche lo tomé prestado, no es mío realmente - Avisó - ¿Te acuerdas que siempre quisiste pasear por la ciudad, montada en una gran moto, mientras yo conducía y tú estabas solo abrazada a mí? - Preguntó mirando los ojos brillantes de Hanni

Bajó su vista a los labios de la menor, se encontraba mordiéndose el labio inferior.

Hanni asintió con la cabeza a su pregunta y Minji rió suave por la tierna imagen que tenía frente sus ojos.

Sin decir nada comenzó a conducir completamente feliz.

Hanni tenía mil preguntas, pero se quedó en silencio.

Llevó su vista hacia sus piernas.

Por Dios, estaba en pijama y recién se daba cuenta, que vergüenza.

Pero luego despejó su mente rápido.

¿Por qué debía de preocuparse por otra cosa? De ahora en adelante no tendría que preocuparse de nada.

Estaba con Minji y eso era lo único que importaba.






Bbangsaz  -【Nocivo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora