Gustabo va a celebrar sus dieciocho años en un club donde asisten personas que practican BDSM, algo muy nuevo para él. En dicho lugar conoce a un dominante con el cual se entregó y no se arrepentía de ello. Después de un año conoce a un abogado que...
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Se preocupa más en vestirlo con cuidado, busca una pijama suelta para el menor quien ya estaba limpio por él, ambos lo estaban.
El chico aún no ha despertado, su respiración era tranquila y le da un poco de calma.
Con cuidado le colocaba el pijama, viendo su cuerpo marcado por sus succiones y mordidas. Al final, lo acomoda en la cama y lo cubre con una sábana.
Ahora él estaba sentado en la orilla del colchón, teniendo un debate en su interior, sobre irse a su casa o quedarse con el menor.
Decidió que es mejor quedarse, por lo menos hasta que despierte de su subespacio que no tardaría en hacerlo, ya había pasado casi una hora.
Cuando lo vio removerse en su lugar, con sus manos buscando algo a su lado y abrió los ojos despacio hasta alcanzar a mirarlo.
— ¿Conway? ¿Aún sigues aquí? — Pregunta con ojos entrecerrados.
— Sí, aún sigo aquí — Responde.
— Daddy — Se queja con un puchero en sus labios — Me duele todo.
— Y querías que te follara toda la noche — Pronuncia con voz ronca — ¿Seguro que quieres esto?
— ¿Y si no lo quiero usted va a tener a un sumiso nuevo?
No sabe si es por lo sensible que está en este momento o qué mismo es, porque cuando vio asentir al abogado, una sensación se instaló en su estómago y en su garganta, haciendo que esta se cierre, evitándole hablar.
— Me dedico a esto, ¿no? Es obvio que conseguiré a otro sumiso o sumisa, solo que no será tan rápido. Por eso estoy probándote, para saber si puedes aguantar a las sesiones que más adelante ocurrirán, pero veo que... Veo que esto no es lo tuyo.
Gustabo niega brevemente.
— A-apenas estoy empezando, puedo mejorar.
— Es verdad, pero, Gustabo,
— Prometo mejorar.
— No quise que lo tomaras a mal al decir que esto no es lo tuyo, en realidad, no tiene nada de malo, es algo nuevo para ti, no lo harás muy perfecto al primer día. Solo me di cuenta que falta resistencia y está bien, podemos cambiar todo esto, hacer que nunca te hice firmar el contra-
El menor se lanza encima del pelinegro, causando que este caiga sobre el colchón con su cuerpo encima.
— Lo haré mejor ahora.
— Es muy tarde, es mejor que duermas, aún estás cansado — Lo toma de la cintura y trata de alejarlo de él haciéndolo a un lado, pero el rubio se resiste y se acomoda mejor haciendo que sus miembros se acaricien un poco — Mierda.
— Lo haré mejor, Daddy, lo prometo. No voy a quejarme, no me voy a cansar, seré mejor para ti — Decía haciendo que las manos de Conway se metan por debajo de su pijama — Te lo demostraré ahora.
