Gustabo va a celebrar sus dieciocho años en un club donde asisten personas que practican BDSM, algo muy nuevo para él. En dicho lugar conoce a un dominante con el cual se entregó y no se arrepentía de ello. Después de un año conoce a un abogado que...
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Al día siguiente se despierta con un malestar en su cuerpo, no era ningún dolor, solo es un pequeño malestar que ha empezado a atormentarle en su interior.
Era sábado y justo recordó que hoy era la inauguración del restaurante de Conway, aunque este no le ha dicho nada sobre eso, lo cual es un poco raro.
Toma su celular para volver a escribirle y se encuentra con sus propios mensajes de anoche que ya habían llegado a Conway, pero ni siquiera había abierto el chat.
Gustabo
Ayer 19:30 pm
Jack, ¿por qué no respondes mis llamadas?
Amor... Te necesito :(
Mis padres se enteraron que me gustan los hombres y mi padre volvió a golpearme.
Quiero escuchar tu voz, por favor, daddy.
Estoy preocupado. ¿Por qué no contestas mis llamadas? :(
Por favor, responde.
No me dejes solo, Jack :(
Ahora
Voy a ir a la inauguración de tu restaurante, estoy muy orgulloso de ti. ¿Por qué no me lo habías dicho?
No te veo desde mi balcón como siempre. ¿Qué está pasando, daddy?
Tengo miedo salir de mi habitación y encontrarme con mis papás.
Presiento que no va a salir bien, pero soy capaz de dejarlo todo por ti <3
Te amo, mi abogado tonto y guapo.
Gracias por existir, te amo más de lo que me amo a mí mismo <3
Termina de teclear, seguido va a tomar un baño, realmente lo necesita, ha estado pensando mucho y un buen baño de agua fresca podría ayudarlo.
Baja las escaleras y al terminar de hacerlo se encuentra con sus padres sentados en un sofá y Sol sentada al frente de ellos.
— Buenos días — Saluda normal, como si ver a sus papás en la casa a esa hora no se le hiciese extraño y mucho peor ver a Sol conversando con ellos.
— Buenas tardes. cuatro y media — Corrige mirando su reloj en su muñeca, pero sin mirar a Gustabo, este estaba con la boca levemente abierta, no se había fijado de la hora y no sabe como duró mucho durmiendo — Dormiste mucho. Es bueno que hayas recuperado energía porque esta tarde hablaremos
Frunce el entrecejo un poco, traga saliva por la tensión que hay en el ambiente y solo mueve su cabeza de arriba abajo, asintiendo mientras que era un manojo de nervios, sus manos empiezan a sudar con cada paso que daba al acercarse a sus papás y a Sol quien ni siquiera lo miraba.
