Por supuesto la recuerdas, y como no, fue gracias a ella que terminamos concordando en la vida del otro. Siendo honesta hubiera preferido no humillarte delante suyo, pero te incite a hablarle y a ella no le hizo mucha gracia.
¿Que puedo decir? Razón suficiente para alentarte más y jugar con su poca paciencia un rato.
Y valla que no era para tanto, pero se lo tomo tan mal que me hizo reír a mares.
Lo que más le disgustaba eran tus ojos, si quieres mi opinión debo admitir que si dabas un poco de miedo al principio. Como si hubieras salido de una película de Tim Burton o te acabarás de drogar.
Quiero pensar que para aquel tiempo no eras para nada así. Sin embargo no creo que cualquiera de los dos se hubiera dado a conocer realmente como lo era en aquel entonces.
Me tendiste tus secretos.
Yo oculte los míos.
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