Por si esperabas un enfrentamiento sagaz de proporciones épicas entre niñas menores de diez años, lamento mucho decepcionarte.
Como dije, no paso de la noche a la mañana pero si comencé a defenderme. Sobre todo una vez que encontré mi grupo correcto de amigos mala influencia que por lo general me orillaban a actuar como idiota.
Quisiera hecharles toda la culpa a ellos, de verdad que si, pero si soy honesta una grandisima parte de mi disfrutaba esconderle los libros a Sica, meterla en problemas con los profesores por supuesto acoso, aunque esto no era del todo mentira, y, no preguntes como lo hicimos, cambiar algunas de sus respuestas en exámenes escolares que después llenabamos con palabrotas un tanto sacadas de tono.
Que puedo decir.
Al final los héroes siempre se convierten en villanos.
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