Capítulo 6

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🎼| "Long night with your
hands up in my hair
Echoes of your footsteps
on the stairs Stay here,
honey, I don't want to
share 'Cause I like you"
Delicate, Taylor Swift.


ALLISON.

Había quedado con Aleksandra y Rosé para terminar él trabajó que ayer no terminamos, y como hoy era sábado y no tenía nada que hacer acepté.

Ahora me encontraba saliendo de bañarme, me puse la ropa interior y un top rosado de manga corta, con unos jeans blancos y unos tenis blancos. Después de terminar él trabajó no haría nada más así que me puse lo que sea.

Decidí que no me maquille hoy, pues últimamente lo había estado haciendo mucho y no quería que mi piel después pagara las consecuencias. Y así sin una pizca de maquillaje mis pecas quedaban al descubierto.

La hora que habíamos acordado llegó, así que tomé mis cosas y me dirigí a casa de Aleksandra, no tuve que dar más de quince pasos cuando ya había llegado.

Llamé al timbre esperando a que Aleksandra abriera. Pero Aleksander
fue quien abrió.

-¿Otra vez por aquí? Comienzo a creer que te gustó, Mon amour -dijo al verme.

¿Mon amour? ¿Me acaba de poner un apodo?

-Desearías que fuera así, vengo con tu hermana -le informó.

-Salió con la tal Rosé a comprar algo que necesitaban, pero puedes esperarla en la sala o aún mejor conmigo en mi habitación -me dijo él.

Durante unos segundos consideré la segunda opción, pero me terminé decidiendo por esa porque si sus padres me llegarán a ver allí, a una desconocida probablemente llamarían a la policía.

-Tomaré la segunda opción -le dije, él sonrió.

-Lo sabía, ¿quién se resistiría a pasar tiempo conmigo?

-Lo haría si no sintiera pena -respondí -. No me harás nada estando allá dentro ¿verdad?

-No te haré nada que tú no quieras.

Él se hizo a un lado para que yo pudiera pasar hacia adentro, lo seguí por las escaleras hasta su habitación y seguida de él entré.

Esta tenía las paredes pintadas de blanco y gris, su cama era grande y note que en una repisa tenía un montón de trofeos y medallas, también observé un gran librero lleno de obviamente libros.

-No me imaginaba así tu cuarto -le dije mientras veía mi alrededor.

-Por lo menos te lo imaginabas.

Él hizo un gesto para que me siente en su cama y no dude en hacerlo.

-¿Juegas voleibol? -pregunté al ver los trofeos y los posters de jugadores.

-Cuando tenía quince si, pero hace tiempo no juego -responde él.

-Parece que eras bueno.

-Lo sigo siendo, pero ya no juego tanto como antes -me dijo él.

-Al menos tú eres bueno en un deporte, yo estuve en el equipo femenino de fútbol del instituto, no dure ni dos días -le conté con una mueca en la cara.

Él soltó una carcajada.

-Me hubiera gustado verte en un juego.

-Probablemente habría estado en la banca todo el partido -le dije, soltó una risa nasal.

Y En Mis Noches De Ataraxia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora