.14.

829 57 16
                                    

                        Estaban acomodándose la ropa antes que se hiciera más tarde. Michael y tú estaban de nuevo impecables, solo con el polvo que los hizo desestresar de todo, más con el asunto que Michael tenía en su mente mortificando lo.
Simple, está pensando en lo que tenía que decirle su padre, y regresando mentalmente al pasado.

                       Pero bueno eso no iba a decírtelo para no mortificarte, pero no notas de nuevo pensativo y tocas su rostro llamándolo.

— Michael... Cariño de verdad estás preocupándome.

                       El sacudió ligeramente la cabeza — No es nada.. Seguramente estoy cansado.

                        Lo pensaste pero no muy convencida aceptaste, tarde o temprano te diría realmente sus pensamientos que los mortifican.

— Bien, te veré allá en dos horas. ¿De acuerdo?

— Si, vete con cuidado.

— Tranquilo, te veré allá — Te alzas a verlo y darle un beso en la boca, Mike te abrazo de la cintura atrayendote a el, era una necesidad tener tu cuerpo cerca. Besarte como si la vida dependiera de esa pequeña acción — Cariño... 

— Supongo que eso será suficiente. Te veré en un par de horas.

                       Asientes para salir de ahí, sonreiste un poco más aliviada ante su sonrisa coqueta que te dedicó y empezaste a irte con propósito de salir.

                        Te acomodarte mejor la ropa y cabello para empezar a caminar acomodando un poco lo que traías y en el procesó chocaste con el hombro con un tipo, alto, mismo uniforme que Michael, siendo que esté te vio, pero al ver que eras una mujer ablando la mirada. Tu pestañeaste y viste lo que había caído.

— Disculpa, estaba distraido.. — Se disculpo al instante por el choque y su mirada de un microsegundo.

                     Negaste y viste que un aparato parecido a un radio había caído, tu te inclinas a este y lo tomas para estirarselo..

— No te preocupes, igual estaba distraída. Espero no se haya dañado tu radio..

— Tranquila, soy buenísimo reparando cosas. Por algo trabajo en parte con eso.

— Eso es claro...  Si no puedo pagarte lo— El toma la radio y roza sus largos dedos tocando en parte tu dorso lo que soltaste el aparato, sonriendo a medias ante esa situación que era algo rara ante alguien que no conocías en absoluto — Supongo que debo irme, no quiero quitarte tu tiempo.. Hasta luego — Empiezas a irte hasta que la voz de este sujeto de hace girar.

— Ve con cuidado.. Puede que llueva pronto

— Gracias, lo tendré en cuenta — Dices mirándolo para seguir con tu camino.

                        Y saliste de ahí no sin antes dejar al sujeto embobado, sintiendo el corazón apunto de volcarse. Claramente se sintió abatido, extrañado pero salió camino al cuarto de su mejor amigo, solo pudo hablar un poco contigo y tu tono le había agradado a su oído.

                        Tocó y sin antes recibir aprobación de su parte entro con una sonrisa de embobado total.

— Si pasa, a final de cuentas la puerta es de sugerencia — Soltó con ironía.

— Creo que acabo de enamorarme amigo.

— Adivino por décima vez este año..

— No, fuera de broma, vi una belleza de mujer, amable, ojos brillantes, que te da calma de solo verla. Me dejó embobado.

— Si claro, Jeremy eres enamoradizo. Con cada mujer que se te cruza.

— Si claro.. tu más que nadie debe saber que se siente está enamorado, o me equivoco Bro.

                       Michael suspiro sonriendo internamente.

— Estás en lo cierto.

— ¿Que es lo que sentiste la primera vez que viste a tu chica?

                        Michael dejo de lado lo que estaba haciendo para ver a Jeremy que se sento empeorando su respuesta cuál niño de primaria.

— De solo verla me quedé atrapado, acepto que no fue amor a primera vista pero, su atractivo no solo me atrapó, también su carisma y amabilidad. Me sentí bien de solo estar poco tiempo a su lado.

— Y cuando supiste que la amabas, que te hizo dar cuenta.

— Cuando te enamoras, es como sentir adrenalina, eres capaz de darle todo de ti, sin importar si están en un lugar tranquilo o cualquiera, esa persona hace inolvidable el tiempo que compartes. El amor es demasiado fuerte, que puede hacerte feliz, darte adrenalina, como igual puede herirte.

— Órale. Entonces te hizo cambiar esa chica.

— No solo ella, también las circunstancias de la vida me hicieron ser diferente. Pero en parte le debo mi cambio.

— Bueno.. Ya que lo dices, puede que con esa chica si pueda darme esa oportunidad, fue bastante amable. Y es bastante guapa.

— ¿Y dijo cómo se llamaba mínimo?

— No pero, por lo que traía en manos pudo traerle un aperitivo a alguien lo cual puede ser mi boleto para volver a verla.

— Buena suerte con eso. Si consigues lo que dice podríamos invitarla a una cena de cuatro, para presentarte a mi pareja

— Estaría perfecto, se que lo conseguiré.

— Bueno, deja de holgazanear y a trabajar.

— Eres tan regido como el jefe — Michael le dedico un mirada fría — bueno me voy.

                       Y así fue que Mike siguió su trabajó sin ninguna interrupción más.

                      Mientras tanto tú ibas directo a casa de Mike, ya era hora seguramente ya estaría ahí media hora después de su salida ya que trajiste la cena preparada lo cual al llegar sientes escalofríos, y un pequeño apretón en el pecho, volviendo por un momento al pasado.

                        Sales de estos mismo al sentir una mano que te hizo sobresaltar y giras viendo a tu pareja

— Hey tranquila.

— Carajo, ahora sí se me bajo la presión.

— Perdona, llevas mucho rato aquí.

                       Negaste — Acabo de llegar, creí que ya estarías aquí

— No, tarde un poco más de lo previsto por el tráfico. ¿Hiciste lasaña?

— Si, recuerdas la que comíamos hace una semana bueno decidí hacer más, vi que te gustó.

— Uy, hoy me daré mi festín — Sostuvo tu mentón para darte un beso — uno de nuevo supongo — Golpeas su hombro — ¡AUCH! y ahora que hice.

— Solo entremos, está por llover.

                        Mike te dedico su típica sonrisa burlona y pusiste los ojos en blanco ya que sabias que le gustaba hacerte sentir sonrojada.

                        Entraron y se sintió raramente más cálido, se veía exactamente igual que hace dos años, no había cambiado nada, mucho menos los muebles. Solo que se sentía un mayor eco, más por qué no se escucharán esas pequeñas pisadas que corrían y caminaban en la casa. Eso achicaba tu corazón, lo dejaste pasar para no entristecer el ambiente o al menos a tu novio.

MY LOVE [Michael Afton y Tú].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora