MY LOVE [Michael Afton y Tú].

.21.

.1987.

                          Bajas la caja seguido de ir por la otra caja, pero esta te la gana Mike. — Te veré adentro Cariño — dice cargando cinco más mientras mascaba su chicle sabor mora.

— ¡Presumido! — sonríes para llevarte la última mientras que los hombres de la mudanza seguía bajando los muebles y acomodando los.

— Donde le dejó esto señora —dijo cargando una de las muchas cajas llena de balijas.

— En la segunda planta por favor.

                          Dejas la caja en lo que sería la sala. Mike ayudaba a los cargadores y luego fue hacia a ti.

— ¿Ya es la última cierto?

— Si, solo quedaba bajar el colchón, la armaron rapido.

— ¿Y estás emocionada por esto?.

— Claro que sí. — Te estiras para dejar un buen beso en sus labios. — Se siente un distinto aire por aqui, y me encanta la idea de asentarme ahora si como una buena esposa. Junto mi fortachon malhumorado — tocas sus brazos este sonrie picaron.

— Veo que te gusta tener un fuerte y guapo marido.

— Si así es. Solo mío.

En eso ven que bajan el colchon subiendolo a la plata de arriba, tu vas a las cajas y sacas vasos desechables para servir soda con algo de hielos que compraron en el camino. Para ofrecerles despues de terminar al fin el trabajo de bajar y acomodar tanto mueble, mientras Mike les termino pagando por ultimo.

— Gracias Señor, hasta luego Señora, gracias por la soda.

— No es nada, gracias a ustedes.

Despiden a los sujetos para cerrar, viendo a tu uraño sentarse resoplando.

— Okey que te tiene tan berrinchudo.

— No es berrinche es solo.. Pude haber hecho la baja de todo los electrodomésticos lo sabes. Nos habriamos ahorrado el dinero.

— Tengo en cuenta eso, pero el inconveniente es que si eso hacías, todos sabrían que tienes algo extraño. No sabemos aún el limitante de tu fuerza como de tu regeneración, mejor seguir con perfil en bajo como este tiempo.

— De acuerdo, lo que diga mi bella esposa. 

                           Aun no superaban el hecho que por fin eran esposos ante la ley, definitivamente llevaran llamandose esposos mutuamente por un prolongado tiempo — Ese es mi hombre. — Lo vuelves a besar.

— Como siempre, sobornando me con los labios.

— Lo que funciona Guapo.

— ¿Pedimos pizza? En lo que vamos por las cosas al mercado, mejor comemos pizzas.

— Me leiste la mente cariño.

— Una familiar con todo. Salsa extra y gaseosa oscura.

                           Dices mientras coges el telefono ya instalado pidiendo pizza en su lugar preferido. Al responder, diste tu pedido junto la direccion y celular, no contabas con que Mike te besaba el cuello debes en cuando al mismo tiempo que ordenabas, traviesamente te giraste a acariciar su pecho arriba de su playera bajando poco a poco, sonriendole.

— Seria eso Señorita... De acuerdo, gracias – colgaste la llamada — ¿Que intentas? Sabes que se jugar tu mismo juego.

— Solo queria entretener mis labios en algo mientras llega la pizza.

— Mmmmm, lo mismo me dijiste la ultima vez.

— Vamos Nena, solo queria a mi esposa de nuevo encima de mi. — Ruedas los ojos para acercarte a su rostro rozando los labios — ¿No crees que esto de la mudanza nos tiene bastante estresados que necesitamos sacarlo?

— Suena tentador, pero no tendriamos tanto tiempo... Tenemos una pizza en caminó en menos de treinta minutos. Ya no estamos de luna de miel cariño.

— ¿Quien dice? Me he portado bastante bien, no he usado mi idiotez para compras inecesarias, he sacado a los mañaches de los botes cuando hacen desastre.  No he pateado abuelas, me merezco mi recompensa.

                          Ries para negar poniendo tus dedos en tus labios — Si sigues siendo bueno te lo dare esta noche. ¿Hecho?

— ¿Hecho? Quiero mi respuesta mas afirmativa.

— Afirmativa, no quieres que firme un contrato para darte entender que si lo hare esta noche.

— Si, ¿Te presto el boligrafo? — Ruedas los ojos — Si, sigues haciendo eso, se te quedaran hacia atrás y ya no podras distingir la noche del dia.

— Correre el riesgo. Quieres ensalada de fruta, la sandia ya debe haberse enfriado al menos un poco.

— Claro, yo pico y tu sientate y dedicate a ser una esposa consentida por tu ingrato y sexy esposo.

— No es necesario amor. Puedo hacerlo.

— Hemos estado parados empacando, moviendonos y me diras que no estas cansada, eso es mas creible.

                          Asientes para sebtarte en ma butaca mientras le pasabas el cuchillo a Mike. :— ¿Estas seguro? Igual estas canasado. Llevamos viviendo este dia desde las 6 de l mañana, sin ducharmos y sin ta ta comida en el sistema.

— Bueno, tal vez tengo mejor aguante que tu.

— Hare como que me creo eso, eres humano. Además que tienes que ver Jeremy mañana.

— Ay carajo —maldice al mismo tiempo que suelta el cuchillo y alzas la vista como tu cuerño, yendo con el.

— Mike... ¿Estás bien?

— Si... — Tomas su mano con el dedo con la cortado y esta se cierra poco a poco. — A veces lo olvidas ¿No?

— No siempre, no puedo ser una mujer que se preocupa por su marido libremente.

— No es eso Nena, es que desde que paso ese suceso, te preocupas demasiado.

— Aunque ya sepa como funciona tu cuerpo no puedo evitar preocuparme por ti, pese a los años que ya a pasado.

— Entiendo Preciosa, pero no tienes por qué  hasta donde sabemos estaré bien. Contigo ya tengo todo en esta vida.

— Y aun te cuestionas como me conquistaste.

— Yo, soy un casanova.. —Golpeas su hombro y ríes — Vale evitare decir eso si es que quiero seguir vivo

— Gracioso, ven acá — atrapas su cuello con tus brazos y lo atraes a ti para besarlo.
Sus grandes manos eran suficientes para rodear tu cintura, sientes tu calor corporal aumentar, ante la gran cercania de tu castaño, sus manos que llegaban a ponerse algo venosas te hacian sentir deseosa de sentirlas en tu cuerpo. Abres los ojos despues del beso y este te observa, sus ojos azules brillaban al verte. — Bueno, deberiamos seguir con la fruta, en lo que llega la pizza y cenamos.

— Bien, ahora si me disculpas ire a limpiar mi desatre, es decir mi fluido rojo.

— Vere si agarro señal la televisión en algo interesante fuera de los noticieros.