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Más tarde ese día, se duchó y preparó para cuando llegara el Alfa, que al parecer era buen amigo de Robert y su hermano.

Al salir, observando a los ojos del Alfa lo notó, nada podría salir bien después de esto. Las pupilas de ambos se dilataron, todo ocurrió tan rápido, cuando recordó estaba tirado en el piso tocándose el vientre lleno de dolor, sintiendo los brazos de su hermano alrededor de su cuerpo.

Su celo había comenzado, no dejaba de temblar sintiendo el aroma a café del Alfa en sus fosas nasales. Sus sobrinas ya no estaban ahí, al parecer en algún momento se las habían llevado.

Al alzar su mirada lo observó, ese hombre parecía una bestia, quería acercarse a él como diera lugar pero Robert no lo permitía, no lo haría, los brazos de su cuñado rodeaban al Alfa, ambos rugiendo.

Vio como entraron guardias que trabajaban con ellos, intentando controlar a ese Alfa, de pronto entraron guardias del mismo Alfa, todo era un caos.

Poco a poco sintió su vista nublada, escuchando la voz de su hermano muy a lo lejos.

[•••]

Despertó exaltado, con su hermano a su lado, que al parecer no se había separado de él.

- ¿Qué ocurrió?- Preguntó entre sollozos

- Es tú...

- Lo sé, pero mi celo...

- Si, entraste en estro, agradezco que nuestros guardias y los de él sean betas, los pocos Alfas están entrenados y no sucumbieron- Asintió, Su cuñado también era un Alfa que estaba entrenado para estas situaciones aunque él al ser el Alfa enlazado a su hermano, veía a Diego cómo el Omega de la manada, obviamente no había peligro, incluso sentía un cariño por él como si fuera su hermano menor.

- ¿Que sucedió cuando me desmayé?- El Omega mayor lo observó con una mueca

- Algo sumamente extraño, se calmó al instante, sólo se veía preocupación en él, Robert en ningún momento lo había soltado, a pesar de que ya había una gran muralla de hombres entre nosotros y él. Así que lo sacaron y no puso resistencia.

- ¿Y dónde está...

- Se fue, pero obviamente volverá- Tragó con dificultad- Escucha, planeábamos comprar una casa pequeña en estas semanas, para tener a donde ir al menos cada dos meses que tengamos que viajar aquí después de este año. Este departamento usualmente lo usan Marco y Pedro, ya que son los que viajan más, pero sabíamos que ocuparíamos un lugar más grande. Nos tomaríamos varias semanas en encontrar un lugar pero bueno, los planes cambiaron, apenas y tu celo termine nos mudaremos, no es seguro que nos quedemos aquí.

Asintió - ¿Nuestros padres ya lo saben?

- Ya vienen en camino- Suspiró

Poco a poco volvió a sentir mucho calor, su hermano le pasó geles congelados para que los aplicara en su vientre, le dio un supresor y no se movió en ningún momento.

El calor era insoportable, al cerrar los ojos lo único que podía ver eran esos ojos cafés observarlo con destellos rojizos.

[•••]

Al día siguiente despertó consciente, lo cual agradeció, escuchaba murmullos a lo lejos. Quizá hablaban fuerte pero él lo escuchaba poco. Era una habitación amplia, tomó su celular. El día anterior sólo había desayunado y comido poco. Notó que ya no era de mañana, pasaban de las 2:00 p.m. con razón sentía tanta hambre.

Le mandó un mensaje a su hermano, poco después vio como entró su padre Omega - Mi cachorro, ¿Cómo estás?- Lo tomó en sus brazos besando su frente.

Te pertenezco- Diego X Gignac Donde viven las historias. Descúbrelo ahora