Te pertenezco- Diego X Gignac

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NOTA: MAÑANA DOMINGO SUBO NUEVO CAP, ESTE NO SÉ EN QUE MOMENTO SE BORRÓ, LO TUVE QUE RESUBIR.

Diego asintió, volviéndose a sentar al lado del Alfa, Robert se quedó unos minutos con ellos, observando como ambos reían al ver una comedia absurda.

Eran tal para cual, pensó, suspiró retirándose.

Gignac seguía aún vendado, tardaría en recuperarse...

Al ver a Robert irse, giró hacia Diego — Tus padres me comentaron que quieres tomar terapia— Lo vio con ojos llorosos — Espero no te tomes a mal mi atrevimiento, es de valientes saber buscar ayuda, eso es algo muy bueno, te sentirás mejor.

Asintió, de pronto tuvo una revelacion, la decisión ya estaba tomada — André — Volteó a verlo con una pequeña sonrisa — Volveré a la escuela el lunes.

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Tres semanas después André se fue a Francia, esos días se vieron todos los días. Al menos en la tarde, los días que tenía clase con Paulo, iba al departamento del Alfa, los primeros días lo observaba mal, pero poco a poco se fue ganando la confianza del Omega.

Cuando Paulo se retiraba,  llegaba Lionel, o alguno de sus tíos, que no estaban del todo convencidos de ese Alfa, pero no podían opinar mucho sobre aquello, a la vez que sabían que gracias a él, Diego seguía con vida.

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Los meses  pasaron, sus dos celos posteriores fueron horribles pero soportables, hablaban todos los días ya sea por mensaje o una pequeña llamada.

André cada dos semanas viajaba a España, a quedarse ahí el fin de semana, donde pasaban ambos días juntos, usualmente los acompañaban Chevy y Benjamín, o Robert y Pablo, incluso Lionel, Guillermo y el pequeño Carlos, que era el único de esa manada que no le tenía ni una pizca de miedo, se tiraba a su pecho y le gruñía, según el niño golpeándolo.

— Es Alfa — Mencionó una tarde André,  claro que sabían su casta, a fin de cuentas eran sus padres, Lionel suspiró con pesar.

— Lo haremos bien amor, incluso aún falta mucho tiempo para que le hagan las pruebas.

Asintió inquieto, no tenía ni la mínima idea de cómo criar a un pequeño Alfa, que era un torbellino andante.

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San Valentín estaba por llegar, con ello la fantástica idea de Robert y Pablo de ir a pasar el día en París y llevar con ellos a Diego, los cuatro estaban juntos cuando hablaron con sus padres, que rodaron los ojos con fastidio.

— Lo tocas y te mato— Mencionó Lionel de manera amenazante, sorprendiendo a André en sobremanera, definitivamente a partir de ahora ya no temería por Guillermo.

— Por supuesto que no señor, quiero que conozca mi empresa y negocios, a la vez pasear los cuatro, Paris está a una hora y media en auto de mi hogar, por los gastos no se preocupen.

— Les avisaremos pronto la decisión,para eso faltan dos semanas.

Los cuatro asintieron con una pequeña sonrisa hacía Guillermo, al terminar la charla salieron los cuatro a cenar, las niñas quedándose con sus abuelos.

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Dos semanas después se encontraba volando a París, en el jet privado de André — Tengo mi casa en Orleans, está a una hora y media de París, nos hospedaremos cerca, claro que si quieren conocer mi hogar, podríamos ir.— Los tres observaron a Diego, que asintió sonrojado.

Al llegar a La Demeure Montaigne, que era un hotel de lujo en el centro de París, Diego se quedó afuera, observando con adoración el lugar.

— Hace mucho tiempo vivíamos cerca, mi padre tenía un par de restaurantes aquí, pero los vendió, desde hace tiempo eh pensado mudarme, pero aún no lo sé — Lo observó de manera curiosa, como esperando su autorización, asintió observando la torre Eiffel con ojos brillosos.