Te pertenezco- Diego X Gignac

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Pablo fue directo a los brazos de su hermano - Tendrás otro sobrino, chaparro. - Diego sonrió en grande, mientras André felicitaba a Robert con un abrazo con palmadas algo fuertes en su espalda, no pudo evitar sentirse en el lugar correcto.

Al salir de ahí, estaban felices - ¿Porque no pidieron una ecografía?- preguntó Diego.

- Prefiero que eso lo haga Scaloni - Robert Asintió de acuerdo - Tengo cuatro semanas- Mencionó mientras subían al auto.

Esta vez Pablo iba acurrucado encima de Robert, si su hermano era un consentido, ahora sería cien veces más, sonrió, el aroma de felicidad de ambos inundaba el auto.

No pudo evitar pensar en el futuro, ¿Él alguna vez querría aquello?

André manejaba concentrado, de vez en cuando dándole miraditas o sonrisitas, como siempre solía hacerlo, definitivamente era un bobo, no entendía porque todos le temían, incluído su padre Guillermo, que claro con el tiempo ya no, al parecer André era un hombre de palabra y protegería a la manada, ya lo había demostrado.

Suspiró con pesar recordando sus quemaduras.

- ¿Todo bien Chiot (cachorro)? - Rodó los ojos

- Que ya no soy un cachorro, André- Mencionó con molestia.

- Woow ya me hablas otraves de tú - Puso los ojos en blanco sacudiendo su cabeza, recordando que hace apenas una media hora habían tenido esa charla, sintiéndose tan furioso que comenzó a hablarle de usted.

- Pues eres un señor- El Alfa comenzó a reír, adoraba hacer enojar a su Omega, se veía tan tierno.

- Oh vamos, pero si tengo 28- Replicó

- Señor a fin de cuentas- Ambos sonreían, la verdad sentía que era joven, aunque quizá aparentaba al menos unos 32, no podía evitar notar que era joven como para renunciar a todo lo que antes lo hacía felíz.

- ¿Que tienes?- Preguntó cuando de nuevo lo vio sumergirse en sus pensamientos.

- Tengo sueño- Mintió, aunque quizá sí había un poco de verdad en aquello.

La noche anterior después de la cena, caminaron hacia el hotel, André fue a ducharse a su suite mientras ellos hacían lo mismo, Diego terminó antes ya imaginando lo que su hermano y su cuñado hacían, André llegó con una sonrisa y pay, le sirvió a ambos, mientras platicaban bajo la atenta mirada de uno de los guardias de su padre, estaba lejos, sólo vigilando.

Al llegar Pablo y Robert, el guardia se fue. Vieron dos películas mientras comían frituras pay y refresco, adoró aquella noche.

Gignac era buen amigo de ellos, si lo llegaba a aceptar en algún futuro quizá no sería todo tan malo.

Pero...

Sentía miedo era obvio, nisiquiera estaba seguro de él querer tener cachorros.

Las palabras de André lo devolvieron a tierra - No te preocupes Diego, en mi hogar podrás descansar, Robert y yo iremos un par de horas a mi empresa - Pablo gruñó.

- Creí que eran vacaciones - Replicó indignado.

- Lo son mi amor, sólo iremos a cerciorarnos que todo esté en orden.

- Será rápido Pablo, pueden esperarnos. O acompañarnos, incluso salir a pasear, obviamente dejaré a mis mejores hombres para que vigilen.

Pablo suspiró - Tengo sueño

- Bueno, ambos pueden descansar- Diego asintió un poco perdido en sus pensamientos.

Al llegar, no pudo evitar notarlo, el lugar se veía familiar y rústico, era precioso.