𝙎𝙄𝙓

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-¿Ya te sientes mejor? --afirme.

-Gracias. --el me sonrió, luego siguió lavando los utensilios--¿No puedo ir a tu casa? Ya estoy mejor.

-¿Te bañaste? --mi silencio fue su respuesta-- ve a ducharte y te llevo.

-¡Terminaré enseguida! --corri hacia mí habitación, escogí la ropa que me pondría y me metí al baño. Creí que iba a tardar menos pero fue largo. Me seque el cabello, me cambié y me maquille un poco.

-¿Puedo pasar? --afirme con un "si"-- Rosalie me envió esto para ti. --me entrego la chaqueta de cuero. Yo sonreí encantada por el detalle.

-Le agradeceré cuando lleguemos. --Ares llego corriendo a mí habitación junto con su correa.

-Yo diría que venga con nosotros. Sería bueno entrenarlo más. --asenti-- ¿Quieres que te ayude? --pregunto apuntando al cepillo para el cabello.

-No creo que sea buena idea. --murmure por lo bajo, sabía que me escuchaba.

-No quiero incomodarte, Katherine.

-No estoy incómoda. Solo es raro. --no respondió. Le entregué el peine logrando que sonriera. Me di vuelta mirándome en el espejo mientras el con suavidad desenredaba mí cabello-- no lo hagas tan lento. Me voy a quedar dormida

-¿Ese es tu punto débil? --cuestiono burlón.

-Callate. --solo se rió un poco. De la nada se detuvo observándome, frunci el ceño-- ¿Pasa algo?

-Solo...--de la nada corrió mí cabello a un lado. Bajo su cabeza lentamente olfateando mí cuello, lo que me hizo sobresaltar en mí lugar.

-¿Que haces? --el no respondió. Sentí sus labios en ese lugar, estaban fríos. Cerré los ojos por inercia. Me aferre a su brazo que ahora estaba sosteniendo mi hombro al igual que el otro-- Edward --se separó algo alterado. Me di vuelta mirándolo fijamente, aún no se había apartado.

-Perdón no se porque hice eso. --olvidando un momento todo lo que pasó, lo tome del cuello de su camisa.

Lo bese.

Cosa que no se negó, me siguió y con eso empezó a descontrolarse. Me levanto de la silla por ambas piernas dejándonos en la cama, yo encima de el.

Me sostuvo de ambas mejillas mientras yo intentaba quitarle la camisa, sus manos frías lograban que mi piel se sintiera sensible pero me gustaba esa sensación.

𝗩𝗮𝗻 𝗛𝗲𝗹𝘀𝗶𝗻𝗴 𝗛𝗲𝗶𝗿𝗲𝘀𝘀 || 𝖤𝖽𝗐𝖺𝗋𝖽 𝖢𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora