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—Te aparecerá un moretón pero todo está bien. No tienes ningún hueso roto eso es lo bueno. ——Carlisle sonrió tranquilo.
—Todavía no entiendo cómo es que sobrevives a todas las caídas y peleas, incluso las más peligrosas. ——le sonreí con altanería a Emmett.
—Suerte quizás. ——el rodó los ojos riendo.
—¿Cómo fue que los encontraron? ——pregunto Jasper con el ceño fruncido.
—¿Cómo es que Alice no vio que venían? ——ahora era Rosalie la que preguntaba.
—Todavía no sé. Lo que si, es que Dracula al momento de convertir a una persona usa en ellos un tipo de escudo cerebral. Bella tenía uno desde el principio y está vez se intensificó más. ——explique ante la confusión de los susodichos.
—Tenemos que buscar la manera de hacer que se vayan. Matarlas sería la solución. ——negué ante la idea de Emmett.
—Nadie sabe dónde están ahora. Thomas desapareció, Mamá y papá no me envían ningún mensaje o carta hace dos días y dudo que podamos combatir a Drácula si no tenemos fuerza como la de el o algún tipo de ejército. Ni siquiera puedo contactar a Vlad.
—Mejor dejemos que Katherine descanse. Lo hablaremos en la mañana. ——le agradecí a Esme con una media sonrisa. Después de que todos se fueran Edward se sentó a mi lado frotando con suavidad su mano por mi espalda relajándome un poco.
—¿Quieres darte una ducha?
—Seria lo mejor que me pasó en la noche. ——beso mi mejilla antes de irse al baño a llenar la tina. Mire mi celular encima de la pequeña mesita al lado de mi cama, lo agarre enseguida para ver los mensajes que les envié y todos seguían sin ser vistos.
Esto me estaba preocupando muchísimo.
—Kat. ——me levanté de la cama para entrar al baño—— te espero afuera ——sujete su mano antes de que se fuera.
—Quedate. ——lo acerque más a mi para abrazarlo y ocultar mi rostro en su pecho.
—No te sientes bien ¿Cierto? ——negué empezando a llorar—— Kat.
—Estoy angustiada. No sé nada de ellos y no sé si les hizo algo. No sé si están bien o si alguno está herido. Los necesito aquí conmigo, nunca pasamos tanto tiempo separados. ——el me abrazo intentando no ejercer tanta fuerza para no lastimarme.
—Veras que todo estará bien, confía en mí. ——limpio con su pulgar mis mejillas dejando un beso en mi frente—— ahora intenta relajarte. Te espero afuera. ——le sonreí antes de que saliera. Me quite la ropa, me amarre el cabello y me metí en la tina dejando de sentir tanta tensión.
Después de una hora como mucho, me cambié por el pijama, cepille mi cabello y salí. Edward estaba acostado mirando el techo sin decir nada.
—¿Pasa algo? ——al escucharme negó—— te veo más serio de lo normal.
