» Él era todo él, hasta los huesos. Todo Baratheon, nada Lannister. «
Desde las ventanas de la cámara de parto, los llantos de un primogénito se filtran, los rayos centelleantes de una tormenta furiosa brillan sobre él, como si la propia tempestad q...
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03. | Peleas y orgullo. ━━━━━━━━━━━━━ [ season one. ] ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ
Se necesitaron cuatro días y cuatro noches para encontrar a Arya nuevamente. Raiden se había asegurado de buscarla con fervor, prometiéndose en todas esas horas de insomnio que verla huir en el Tridente no sería la última vez que alguien la vería. Mientras más trataba de comprender lo que había pasado previamente para encontrar a Joffrey y Arya así, casi matándose, menos comprendía como un niño, un príncipe, lo que es peor, llegaba a acorralar a una pequeña contra el filo de su espada.
Sansa y él apenas habían hablado, aunque no por falta de intentos. Eddard la mantuvo cerca. Raiden sabía que sería mejor así, pero por dentro se moría por la curiosidad; Sansa era la única que sabía completamente la versión de los hechos, sin modificar por la victimización de Joffrey.
Era de noche y él se encontraba con Ned cuando el mayordomo Vayon Poole llegó a informarle al norteño de que Jory había encontrado a Arya. Raiden rápidamente se puso de pie, mirando atrás del hombre en busca de la pequeña, pero no había nadie. Ned le ordenó a Poole que Jory la traiga inmediatamente, pero el mayordomo le dijo que en cuanto la Reina se había enterado del descubrimiento, la habían llevado ante el Rey. Ned maldijo y le ordenó que buscaran a Sansa, ya que probablemente ella debería declarar.
No tardaron en salir en busca de Arya, Raiden estaba ansioso y dispuesto a correr, pero Ned lo detuvo tomándolo por el hombro, recordándole que mucha gente los estaría observando y que, aunque le encantaría correr al rescate de su hija, como era la Mano del Rey, debía mantener la dignidad.
Avanzaron a pasos rápidos a la sala de audiencias del castillo. Habían establecido su asentamiento temporal a medio día a caballo al sur del Tridente, en el humilde castillo de la Casa Darry. Los hermanos mayores de Raymun Darry habían muerto luchando bajo los estandartes de los Targaryen durante la Rebelión de Robert, por lo que con la mezcla de Baratheons, Starks, Lannisters y Darrys bajo un techo tan pequeño, las tensiones habían aumentado rápidamente. Al entrar, Ned se abrió paso entre todos los hombres Lannister con Raiden pisándole los talones y cuando llegaron al centro, ambos se encontraron al Rey Robert desplomado en el trono, a la Reina Cersei a su lado izquierdo y a un lado de ella, Joffrey, quien aún tenía el brazo vendado debido a los mordiscos de Nymeria.
En el centro de la sala está Arya junto a Jory, ella se abrazaba, temblando, mirando a su alrededor en busca de algún rostro amable y familiar. Ned rápidamente tomó el rostro de su hija, mirándola, buscando heridas. Raiden sintió que el alivio regresaba a su pecho en cuanto escuchó la voz de la pequeña.
—Lo siento, lo siento, lo siento. —su tono era penoso y Raiden tuvo que contenerse para no ir a abrazarla.
Tantas noches buscándola y temiendo lo peor, él estaba aliviado de que lo único grave que Arya tenía eran sólo sus ropas y rostro llenos de tierra.
