» Él era todo él, hasta los huesos. Todo Baratheon, nada Lannister. «
Desde las ventanas de la cámara de parto, los llantos de un primogénito se filtran, los rayos centelleantes de una tormenta furiosa brillan sobre él, como si la propia tempestad q...
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14. | Valiente. ━━━━━━━━━━━━━ [ season two & three. ] ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ
El jubón de Ser Lancel estaba empapado de sangre, que le brotaba de debajo del brazo. Al verlo entrar en la sala, muchos de los invitados no habían podido contener los jadeos horrorizados.
—¡Alteza! —jadeó.
—¿Qué sucede? —Sansa escuchó a Cersei susurrar. Parecía distante, quizá esa expresión ayudaba a calmar a las mujeres y niños alrededor.
—El Diablillo prendió fuego el río. Cientos de barcos están ardiendo, quizás más. -farfulló, respirando pesado.— La flota de Stannis está destruida, pero...—hizo una pausa, su mirada verde se fijó brevemente en las damas alrededor, antes de susurrar.— Pero sus tropas han desembarcado fuera de las murallas de la ciudad. Están atacando la Puerta de Lodo, y han llevado un ariete a la Puerta del Rey.
—¿Dónde está Joffrey? —cuestionó la Reina.
—En las almenas, con Lord Tyrion.
—Tráiganlo adentro de inmediato.
A Sansa no le sorprendió su petición. Ser Lancel, por el contrario, trató de protestar.— Su Gracia...
—¿Qué? —replicó Cersei, con aspereza.
—¡La presencia del Rey es buena para la moral!
—Tráiganlo de vuelta a sus habitaciones ahora.
—¿No aquí?
—¿Con las mujeres y los niños? —siseó Cersei.— ¿Quieres que lo burlen como a un cobarde para siempre?
—N-No, pero yo...
—¡Ahora!
—¡No! —Lancel estaba tan furioso que se le olvidó que debía hablar en voz baja. Al oírlo gritar, varias cabezas se giraron hacia él.— Volveremos a tomar la Puerta de Lodo. Deje que permanezca donde está, ¡es el Rey!
—Es mi hijo. —Cersei Lannister se puso en pie.— Dices que tú también eres un Lannister, primo, así que demuéstralo. Osfryd, ¿qué haces ahí todavía? He dicho que ahora mismo.
Osfryd Kettleblack salió apresuradamente de la estancia. Algunas de las mujeres lloraban; otras rezaban. Otras se limitaron a seguir sentadas junto a las mesas y a pedir más vino.
—Cersei —suplicó Ser Lancel—, si perdemos el castillo, Joffrey morirá igual, lo sabes muy bien. Deja que se quede allí; yo lo protegeré, te lo juro...
—Apártate de mi camino.
Cersei le dió un golpe con la mano abierta sobre la herida. Ser Lancel gritó de dolor y estuvo a punto de desmayarse, mientras la Reina abandonaba del lugar junto a Tommen, sin siquiera dirigirle una mirada a Sansa.