-12-
Megan
El delicioso aroma de los tulipanes me invadió las fosas nasales, estaba sentada junto a ellos en el jardín, admirando la belleza de mis flores favoritas.
Rosados, morados, amarillos, azules y blancos.
Era simplemente perfecto.
Creí que todo iba bien, y estaba muy tranquila pero entonces...
Sentí una respiración sobre mi nuca. Un escalofrío me recorrió la espalda, haciendome dar un respingo.
Tenia miedo de voltear, no quería averiguar de que se trataba, no obstante escuché su voz...
Rasposa, fuerte, varonil, pero sobre todo: desagradablemente aterradora.
—¿Disfrutando, Megan?
Me giré para encarar al hombre que permanecia junto a mi, su sonrisa maliciosa me provocó nauseas.
Nick, que había visto mi cara de espanto, soltó una carcajada de lo más horrorosa y habló—No me temas, por ahora soy inofensivo... ¿Quieres que te enseñe a qué debes temerle, Megan?
No esperó una respuesta... solo la orden del otro hombre que se acercaba caminando desde las afueras del palacio, parecía un espectro.
Él solo chasqueo los dedos y vi como Nick sacó de su bolsillo trasero una navaja, con la que cortó las palmas de sus manos, haciendo que éstas salpicaran sangre al rededor y entonces... observé con horror como caía al suelo, retorciéndose.
Escuché perfectamente el sonido de sus huesos quebrandose y uniendose a otros, sus proporciones aumentando, me causó unas náuseas gigantescas, incontenibles.De sus ojos, nariz y oídos se deslizaban hileras de la sangre más oscura que había visto en mi vida.
Ahogué un grito y retrocedí, cuando su piel se torno toda en color negro, desvaneciéndose poco a poco bajo una capa oscura de lo que parecía niebla, y dejaba a la vista únicamente su cabeza, pies y manos, que ahora poseían unas garras simplemente horrorosas y tan afiladas que podrían reemplazar con facilidad cualquier daga.
Su cabeza por otro lado, permanecía completamente oscura, y lo único que se podía detallar era su gran sonrisa de dientes afilados que fue aumentada por cortes de cada lado, haciendo que le llegara casi hasta las orejas. Y sus ojos, que desprendian un brillo inexplicable y aterrador.
Entonces, emitió un grito que increíblemente me
destrozó los tímpanos.
Sentí la hilera de sangre que empezó a brotar de ellos y alarmada, lloré completamente aterrada por mi situación.Era la primera vez que presenciaba la Bestia con todos sus rasgos visibles y su espantosa transformación... la cual estoy segura de que me dejaría traumada por el resto de la vida.
Como pude, empecé a arrastrarme, lejos de aquella figura.
—Meegaan... No huyaas... Yo siempre estaré aquí... ya no sirve que intentes escapar... yo siempre volveré...— Decía en un susurro siniestro que te erizaba el cuerpo entero.
—¡Dejame de una vez!—Grité, con la voz entrecortada.
—No mientras vivas... princesa, voy a acabar con cada parte de ti.
Estuvo a punto de lanzarse sobre mí, cuando volví en sí.
Dios, ¿Qué había sido eso?
Mis pesadillas cada día eran mas reales, más vividas... como si en verdad me estuviese ocurriendo aquello.
Mi corazón latía desenfrenadamente del susto. Sostuve mi pecho, intentando acompasar mi respiración y me giré hacia un lado, para...
¡Mayor susto me he llevado!
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Bestia [El peligro que te acompaña]
Ciencia Ficción¿La bella y la bestia? No, ésta no es ni remotamente parecida. En Lethonya hay caos, muerte y tragedia causada por La Bestia asesina maldita que representa un peligro inminente, aún así, Megan y Peter se las arreglaron para formar un romance nada c...