"Situación". 11

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Megan

Me. Iba. A. Morir.

«¿Es que ya la gente no toca antes de entrar?» Me dije.

—No se alarme, Richard.—Dijo Peter, tranquilamente.

El hombre de confianza de mi padre estaba parado en la puerta, exigiendo explicaciones mientras yo permanecía plantada a un lado de Peter, tiesa.

Lo peor no es eso, si no que el chico no se veía asustado ni mucho menos nervioso, más bien estaba casi que enojado por la interrupción, pero fuera de eso, calmado  como si no lo hubiesen atrapado a punto de besarme, y peor aún estando en mi habitación sin la autorización del rey.

—¿Se puede saber que hacían? ¿Y un buen motivo para no decirle al rey de éste encuentro?

Mi cerebro trabajó el triple de rápido de lo normal, al pensar en una respuesta convincente— E-esa, es una laarga historia, no sé si tenga tiempo de escucharla toda.

—Resúmala.

Pues no queda de otra.

— Verá— Le invité a entrar con una seña y caminé hasta sentarme en la cama junto a Clarissa, el parecía no haberse percatado de que mi amiga se encontraba allí— No sé si mi padre le habrá comentado, pero mi doncella Clarissa estaba desaparecida, ella y yo somos muy unidas, me destrozaría que algo le pasara. Yo estaba muy mal, así que el joven Peter se acercó a ofrecerme ayuda cuando salimos al jardín

«Fue allí que decidimos que él iría en busca de Clarissa. La encontró, y estaba en peligro, se trataba de un usuario de magia negra con el que Peter tuvo que lidiar, ambos salieron lastimados y llegaron aquí huyendo de él. No quise hacer escandalo porque mi padre se alarmaria, y ya sabe usted como se pone, así que los traje a mi habitación para curar sus heridas y que descansaran. Cuando usted ha entrado, estaba sanando la herida que el joven lleva en su costado».

Vaya, que estás mejorando con lo cuentitos.

Peter permanecía perplejo ante mi relato, parece que no se esperaba una historia tan elaborada como aquella, y más si la había armado en cuestión de segundos.

Levantó una ceja y asintió, recomponiendose— Claro, estaba limpiandome la herida.—Dijo picardioso, con la intención de burlarse de mí.
Yo entrecerre los ojos en su dirección y después me volví hacia Richard que parecía estar procesando la información.

—Yo... no se que decirle princesa, tiene sentido. Peter fue muy noble al ofrecerse para buscar a la doncella, lamento el escandalo, interpreté otra cosa al verlos allí.

—No se preocupe, Richard, todos nos equivocamos, entiendo que nos encontrábamos en una posicion y situación comprometedora, pero solo era eso, una ayuda.— Intenté sonar lo más calmada posible— Le agradecería discreción respecto al asunto, no quisiera que mi padre tenga un motivo más por el cual estresarse, por favor no le comente nada.

—Cuente con mi silencio, princesa.

Y con eso, salió de la habitación.

Solté una bocanada de aire que ni siquiera había notado que contenía, y mientras lo hice, Peter soltó una carcajada.

Me giré hacia él, para verlo allí en todo su esplendor. No paraba de burlarse de mí, así que lo fulminé con la mirada— Ya cállate.

Hubiese estado bonito si pudieras lanzar dagas por los ojos.

¿A que sí?

Peter me miró y la picardía estaba implantada en todo su rostro—  Solo era una "Ayuda"— Dijo irónico, haciendo comillas al decir la ultima palabra— Claro, princesa.

Bestia [El peligro que te acompaña]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora