¡Fantástico! Me había ganado una sanción por mi terrible comportamiento de 'señorita' según el director. Tenía que limpiar yo sola la cafetería después de clases, de lo contrario bajaría mi promedio en todas las materias.
Cuando llegué a la oficina Samantha estaba llorando y quejándose con el director, ella no recibió castigo, solo yo.Salí de la oficina, los pasillos estaban despejados debido a la hora de clases, Ross dijo que estaría aquí y no lo veía por ningún lado, tal vez se había ido y bueno con mucha razón, no podía perder su próxima clase por culpa de una problemática.
Comencé a caminar por el largo pasillo, mi próxima clase era física, ya faltaban menos de 20 minutos para que terminara, después iría al cuarto de servicio para cumplir mi injusto castigo. Pero rápidamente cambié de parecer y desvié mi rumbo hacia el salón de clases para ir al cuarto de servicio, empezaría de una vez a limpiar la cafetería para terminar temprano.
Cuando llegué al cuarto de servicio unas manos me agarraron por la cintura suavemente, empezó a hacerme caricias suaves y delicadas. Ross acercó su rostro a mi cuello.
—Hola bonita —me susurró al oído.
Su respiración pegaba en mi cuello y empezó a depositar pequeños besos en este. Inesperadamente un calor me empezó a invadir el cuerpo, el corazón me palpitaba fuertemente que apostaba lo que sea a que se iba a salir de mi ser.
Me di la vuelta sobre mis talones, posé mis brazos alrededor de su cuello, me paré de puntas y lo besé. Un beso rápido, sensual y desesperado; sus caricias fueron cambiando de nivel, así como nuestro beso se intensificaba más. No sabía en qué momento posó su mano en mi trasero y comenzó a acariciarlo. Mi respiración era descontrolada, si no paraba esto ahora podríamos tener sexo en el cuarto de servicio y era algo que estaba fuera de mi lista de deseos.—Basta —me separé.
Un rubor bastante extraño apareció en sus mejillas.
—No, lo siento, Eliza, perdón. No era mi intención llegar hasta esto, no pienses que solo te quiero para divertirme contigo, por favor —pasaba su mano por su cabello evidentemente nervioso.
—No, claro que no pienso eso. Lo que acabamos de hacer estuvo mal, apenas salimos unas horas y no me hubiera gustado llegar a más. No aún —un silencio incomodo se presentó.
—¿Que hacías aquí? —preguntó de repente.
—Mi sanción fue limpiar toda la cafetería por mi 'mal comportamiento', iba a aprovechar el tiempo de mi última clase para terminar más rápido.
—¿Tú sola?
—¿Ves a alguien más a mi lado? — levanté ambas cejas.
—¿Y qué es lo que hará Samantha? —mi broma no le había hecho gracia.
—Me echó toda la culpa, sus padres son donadores del instituto. No podían ponerle castigo —puse mis ojos en blanco.
La mirada de Ross se endureció al escuchar mi respuesta.
—No puedes limpiar tú sola, yo te voy a ayudar.
—No desperdicies tu tiempo, en serio yo puedo hacerlo —le mostré una sonrisa.
—No lo desperdicio, eres mi novia e hicieron una injusticia contigo; aparte, quiero ir a la fiesta solo con mi chica —creí que se acercaría pero en su lugar solo abrió la puerta del cuarto de servicio, sacó una cubeta con trapos, jabón y traía un par de escobas en la otra mano.
—¿Empezamos? —me ofreció su mano derecha y la tome después de haberle quitado las escobas.
Caminamos entrelazados de las manos hasta la cafetería, abrí ambas puertas y mis ojos se abrieron por la sorpresa. ¡El lugar estaba hecho un desastre! Había comida pegada en la pared, en el piso y en las mesas; y como si eso no fuera todo, había grandes hileras de trastes por lavar. Terminaríamos esto como en cinco horas.
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INFELIZ |Ross Lynch|
Fanfiction"-No puedes irte. Es lo único que dice y quiero romperle la cara. -No puedes obligarme. -Si no querías estar conmigo, entonces, ¿por qué quisiste hacer el amor? - conforme corrían los segundos el brillo en sus ojos se apagaba. No quería decir la ver...