LUCIFER II

Capítulo 5

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Me estaciono y camino hacia el centro donde está esperándome Román.

-Buenas tarde Jefa, el Señor Moretti la está esperando en la sala de juntas, ¿desea algo?

-Un Whisky a las rocas. Gracias Eva.

-Un placer mi Señora.

Entro a la sala y me siento en mi silla, mientras dejo mi cartera y mi abrigo en el asiento del costado.

En el otro costado tengo a Román mirando cómo una de las chicas deja el vaso con líquido ambarino en la mesa.

-Gracias, ¿te gustaría un café o.... té? – le pregunto al moreno y niega.

-Un Ron, por favor.

Alzo las cejas.

-Vaya, estoy ansiosa por oír las buenas nuevas.

Se muerde el labio y luego de suspirar me entrega una carpeta.

-Bien... aún no abra eso. – me pide mientras toma mis manos.

Lo miro preocupada, y nerviosa.

-Investigué el bosque, y había algo que me hacía sentir mucha curiosidad por la posición en los árboles.

Frunzo el ceño.

-Era algo que vagaba en mi mente, era un patrón que yo alguna vez había visto, pero no recordaba qué era con exactitud, y la noche anterior cuando estabas en tu oficina yo me aventure al bosque, en la ubicación donde se vio entrar al auto que llevaba a Dubán si no nos equivocamos.

Sentimos la puerta abrirse y Román agradece a la joven, para luego proseguir.

-Busque por horas, ya casi amanecía cuando no entendía muy bien qué estaba haciendo ahí, pero se me vino una idea a la mente realmente absurda, la asocie a que era la falta de sueño, y me quite los zapatos, luego los calcetines.

-No entiendo...

-Quise enterrar mis pies en la tierra del bosque, y lo hice; pero hasta cierto punto.

-¿Cierto punto?

-La base de ese bosque no es tierra, es hierro.

-¿Qué dices Román?

-No hay raíz de árboles en ese punto del bosque, hay algo más.

Bebo el Whisky, al mismo tiempo que el moreno bebe su Ron.

-Otra cosa.

-¿Qué? – pregunto cansada.

-Había una silla.

Lo miro raro.

-¿Una silla?

-Una silla, que tenía cuerdas alrededor y sangre. Pero lo que más me llamó la atención fue esto...

Tomo entre mis manos el papel, y trago saliva al leer.

"Tardas mucho, dile a tu Jefa que investigue más y beba menos."

-Hijo de puta. – me levanto furiosa y estrello el vaso contra la pared.

-Podemos contra esto.

-¡Claro que podemos contra esto!

Me siento en la silla nuevamente y miro directo a los ojos a Román.

-Este hijo de perra tiene a Dubán. Y si piensa que va a poder estar a mi nivel y jugar conmigo está muy equivocado.