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 La ansiedad se apodera de mí mientras camino por los relucientes pasillos de la Academia de Danza Élan. Aunque ya tengo un lugar asegurado en esta prestigiosa institución, cada día siento la presión de mantenerme a la altura de las expectativas que los demás tienen sobre mí.

La Academia Élan es conocida por ser la cuna de los mejores artistas del país, un lugar donde solo los más talentosos y dedicados tienen la oportunidad de formarse. Desde que obtuve mi lugar aquí, me esfuerzo constantemente para demostrar que merezco estar entre los elegidos.

Me detengo frente a un enorme mural que muestra a los exalumnos más destacados, cada uno de ellos con una mirada llena de determinación y éxito. Siento un escalofrío recorrer mi espalda mientras observo esos rostros, entre ellos, el rostro de Clarissa King. Sin duda alguna, una de las mejores bailarinas que ha conocido este país y el mundo entero. Era la hija de la directora de la Academia, Helena Élan, ella logró dejar una marca imborrable en este lugar. Ahora, frente a su imagen, me doy cuenta de que ha llegado mi turno de hacer mis últimos movimientos y dejar mi propia huella en esta prestigiosa institución.

El murmullo de los estudiantes se mezcla con el eco de los pasos que resuenan en los pasillos. Rostros conocidos y desconocidos me observan de reojo evaluando mi presencia. Me dirijo hacia la recepción, donde una recepcionista nueva me saluda con una sonrisa. Definitivamente cada año hay una diferente. "¡Hola, Mia! ¿En qué puedo ayudarte hoy?" pregunta con cortesía. Y me sorprende que sepa mi nombre, cuando es la primera vez que la veo. Supongo que lo habrá escuchado en la academia en el poco tiempo que lleva, a pesar de ser una alumna más soy consciente de que soy especial.

"Hola", respondo, tratando de mantener un tono neutral. "Necesito información sobre las audiciones", le digo. Ella asiente con cortesía y toma un momento para revisar su lista de documentos. "Por supuesto, Mia", me responde con amabilidad. "Las audiciones ya están en marcha en el auditorio principal. Deberías dirigirte allí", me informa.

Agradezco su respuesta y asiento levemente y antes de irme, le pregunto su nombre. "Me llamo Susan" Yo asiento y sonrió levemente con su respuesta y me dirijo rápidamente hacia el auditorio, manteniendo la seriedad en mi expresión. He estado preparándome y practicando durante semanas para las últimas audiciones, y era crucial dar lo mejor de mí en este momento. Al llegar al auditorio, veo a varios estudiantes reunidos, algunos ensayando movimientos y otros revisando sus coreografías. Observo la escena con una mirada analítica, evaluando la competencia que enfrentaré, porque al final tus propios compañeros son tu competencia día tras día. Decido ir hacia el vestuario para poder encontrar calma por un momento, allí puedo alejarme del bullicio y concentrarme en mis propios pensamientos.

Me siento en un banco y repaso mentalmente los próximos pasos que debo ejecutar, cuando el tiempo se va acercando a mi hora siento una mezcla de emoción y ansiedad. Me levanto del asiento del vestuario con determinación en cada paso que doy, recordando que ya he demostrado mi talento para llegar hasta aquí y que puedo seguir haciéndolo.

Mantengo una actitud más reservada mientras me uno a los demás bailarines, centrada en mi propia preparación. La sala se llena de música y energía a medida que cada bailarín se presenta ante el jurado. Mientras espero mi turno, mantengo la calma y la compostura, pero también siento la presión que rodea este momento crucial.

Observo a mis compañeros con respeto, pero sin demostrar excesiva admiración. Estoy enfocada en mi objetivo y sé que debo dar lo mejor de mí misma para destacar en estas audiciones. Finalmente, llega mi turno. La música comienza a resonar en el aire, respiro profundamente, siento la emoción correr por mis venas y me preparo para realizar una interpretación única y personal. Esta vez, elegí una pieza contemporánea que desafía los límites tradicionales del ballet. La música, una composición moderna y enérgica, crea una atmósfera llena de intensidad y pasión.

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