Hasta que llegamos a la casa de los King, Alex le pagó al taxista y nos bajamos antes de entrar me limpié bien los ojos, que los tenía encharcados, y él simplemente me miraba con preocupación.
"Gracias por lo de hoy y te devolveré la chaqueta limpia", intenté expresar mi agradecimiento, pero él únicamente negó con la cabeza.
"Gracias a ti, te debo una comida. Y la chaqueta la agradecería, no me gustaría la idea de tener mocos en las mangas", dijo con una sonrisa, haciéndome sonrojar. En ese momento, Alex abrió la puerta y entramos en la casa. Pero la escena que se desplegó ante nuestros ojos fue terrible. Definitivamente, esto no podía ser peor.
Lauren estaba llorando a mares, y, por cierto, seguía sin saber cómo se llamaba. Sara y Helena intentaban consolarla, pero se notaba la tensión en el ambiente. Cuando nos vieron, la cara de su novia y de Helena se transformó en furia. Sin embargo, Sara, al ver que yo tenía una salchi en las manos, corrió hacia mí, me cogió de la mano y me llevó hasta la cocina. Helena se dirigía a su dormitorio, supongo que solamente quería sersiorarse que todos llegaran a su casa sanos y salvos, el resto le parecen estupideces.
"Es mejor que estemos lejos de esta situación", dijo Sara en un susurro, mientras yo asentía con nerviosismo.
La cocina nos brindó un espacio más tranquilo. Sara me abrazó, ofreciéndome su apoyo mientras abría emocionada su comida.
"No quería causarle problemas a Alex ", confesé.
Sara me miró con dulzura. "Mia, no eres una carga. Alex es un adulto y puede manejar su relación él solito."
En ese momento comenzamos a escuchar la conversación bueno más bien los gritos de su novia.
"¿Qué te pasa conmigo?" se escuchó la voz de Lauren "Siempre estas distante y más últimamente, y ahora llegas con esa chica, porque menos mal que ibas a ir con tu hermana y llego y la única que está en la casa es ella... ¿Qué es lo que pasa entre ustedes dos? Dímelo"
"No vamos a tener esta conversación y mucho menos ahora" su voz estaba tensa y el que no explique nada empeorara las cosas.
"Alex, veo como la miras por dios. No soy ciega. Quiero que se vaya de esta casa", replicó claramente herida. Mi corazón latía con fuerza y me sentía incómoda por la situación. Antes de que pudiera reaccionar, Sara dejó su comida de un lado y se levantó furiosa, dirigiéndose al salón. Me apresuré a seguirla, preocupada por lo que podría suceder si las cosas se salían de control.
"Sara, espera", le supliqué mientras intentaba alcanzarla.
"No eres nadie para exigir en esta casa" le soltó con rabia mi mejor amiga a su cuñada.
"Por favor, no empeoremos las cosas", le supliqué en un susurro, pero ella parecía decidida a enfrentar la situación.
"Lo siento, pero no puedo quedarme callada", respondió con voz firme. "Esta situación es injusta y ella no tiene derecho a exigir nada en esta casa."
Lauren se quedó mirando a Sara con incredulidad, y su rostro se tornó aún más furioso. La discusión en el salón se detuvo por un momento, y todos nos miramos mutuamente.
"¡Vivo en esta casa y puedo decir lo que quiera!", gritó ella apuntando con el dedo hacia Sara.
Sara se mantuvo firme, sin mostrarse intimidada. "No tengo por qué quedarme callada. Mia no tiene la culpa de nada, y tú deberías estar resolviendo tus problemas con Alex en vez de atacarla a ella. Que tu relación con mi hermano sea una mierda no es culpa de nadie. " Me sentía abrumada y culpable por haber causado esta situación, aunque no había sido mi intención.
En ese momento, Alex intervino "Ya basta."
Lauren soltó un suspiro frustrado y se cruzó de brazos. "De acuerdo, pero que ella se vaya."
"Lauren, no tengo tiempo para tus niñatadas. Estoy cansado y quiero dormir."
De repente, ella se dio cuenta de mi presencia y su expresión se endureció aún más.
"¿Y tú? ¿No tienes nada que decir?" preguntó con hostilidad, dirigiéndose a mí.
Tragué saliva, sintiendo un nudo en la garganta. "Lo siento mucho si he causado algún problema." Al final sabía que se sentía amenazada por mí y me daba pena.
"No necesito tus disculpas", replicó ella, sin darme oportunidad de explicarme. "Solo déjame decirte una cosa: Alex es mío, y no permitiré que nadie se interponga entre nosotros."
Mi corazón latía con fuerza y mis manos temblaban ligeramente, pero antes de que pudiera responder, Alex intervino con voz firme.
"Dije que ya basta, y ni se te ocurra volverle a hablar así ni a mi hermana ni a Mia", exclamó Alex, defendiéndonos y estableciendo un límite claro ante la situación tensa. Sara, con su humor característico, se rió de la situación, mientras Lauren se dirigió enfadada hacia arriba. Alex reprendió a Sara y le ordenó ir a su habitación, a lo que ella asintió, aunque primero fue a la cocina para recoger todo lo que había ensuciado.
Cuando finalmente nos quedamos solos, Alex me miró con una mirada dura y desaprobadora. No pude evitar notar su gesto de disgusto mientras me analizaba de arriba abajo. Era evidente que mi aspecto no era precisamente el mejor en ese momento. Olía a comida callejera, mi vestido estaba sucio y arrugado, mi cabello hecho un desastre y el maquillaje seguramente corrido y desastroso por el llanto y el estrés.
Después de su exhaustivo análisis, Alex se dio la vuelta y se fue sin decir una palabra. Su actitud me lastimó, y sentí que era innecesariamente cruel. "Será imbécil", pensé, frustrada y triste por su reacción.
Me senté en el sofá esperando a Sara, tratando de procesar lo que acababa de suceder. La forma en que me había mirado y se había ido sin mediar palabra me hizo sentir pequeña e insignificante. Me cuestioné si había hecho algo mal, pero sabía en el fondo que solo había sido una víctima de las circunstancias. Lo que necesitaba era dormir.
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Entre Sombras
ChickLitEn el mismo mundo nacieron, un lienzo que moldearían con el tiempo a su antojo. Entre sombras, sus vidas se entrelazaron en un juego peligroso.