🦋ᴍʏ ʜᴜꜱʙᴀɴᴅ💌

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Por suerte para Frank, la casa de su vecino Barnaby estaba muy cerca, así que no se tardó tanto en llegar.

Tocó la puerta varias veces, aunque tratando de no sonar tan desesperado, estuvo afuera esperando un rato, pero nada.

-Bueno, al parecer no está en casa.

Decepcionado, se dispuso a volver a su casa, cuando se topó con su vecina Poppy.

-Buenos días Frank, ¿Ya encontraste a Eddie?-Preguntó ofreciéndole unas galletas.

-Buenos días Poppy, la verdad es que no, él no es de las personas que desaparecen así porque si, ¿Qué debería hacer?

-Mmmh, puedo tratar de ayudarte, ¿Cuándo fue la última vez que lo viste y que estaba haciendo?

-Lo vi ayer en la madrugada y se fue porque dijo que tenía que resolver algo con Wally y Barnaby.

-¡¿Wally y Barnaby?¡

Poppy se exaltó y tiro su bandeja con galletas, Frank preocupado le ayudó a recogerlo, pero ella parecía seguir muy asustada como para reaccionar.

-¿Estás bien?

-Tengo... Tengo que irme, adiós Frank.

Su vecina corrió lo más rápido que pudo y se había olvidado de sus galletas, no tuvo más remedio que llevárselas.

En el camino buscaba más opciones para encontrar a su esposo cuando se le ocurrió lo más evidente: Ir a su oficina de correo.

¿Cómo no lo había pensado antes? Anteriormente el pelirrojo vivía ahí, pero al casarse con el azabache se mudó a su casa y ahora lo usaba completamente para su trabajo.

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Frank iba decidido a la oficina de su esposo con la esperanza de encontrarlo ahí.

-Tal vez se quedó dormido mientras trabajaba, es algo que él haría-Se decía a si mismo para no preocuparse más.

Mientras más se acercaba a la oficina, se dió cuenta de que el vecindario se miraba desolado.

-Ya casi es medio día ¿Todos tuvimos una mala noche como para no despertar temprano?

Por fin llegó, naturalmente contaba con una copia de la llave por si sucedía una emergencia.

-¿Eddie? ¿Estás ahí?

Dejó las galletas sobre el escritorio y empezó a recorrer el lugar en busca de su esposo o algún indicio que le dijera donde estaba.

-Paquetes, facturas, cartas y más cartas.

Luego de un rato, su estrés había aumentado y no sabía que hacer, desesperado dejo de tener cuidado y empezó a buscar bruscamente sin importar lo frágiles que fueran las cosas.

Entre su búsqueda, frente a él cayeron varios sobres rojos, eran muy diferentes a los demás, así que rápidamente captaron su atención.

Tomó uno de manera delicada e iba a leerlo, pero el ruido de la puerta lo interrumpió, tuvo un mal presentimiento y rápidamente agarró el bolso que usaba su esposo para entregar las cartas, guardó los sobres y fue a abrir la puerta.

-Buenas tardes vecino.

-¿Wally? ¿Qué haces aquí?

-Venía a buscar a Eddie, ¿Se encuentra aquí? Es que no me ha llegado mi correspondencia.

-¿No está contigo? Tenía la esperanza de que al menos así fuera,  tal vez esté con Barnaby.

-Si, lo más probable es que esté con él ahora mismo.

Eso lo inquietó un poco, su instinto le decía que se fuera de ahí lo más rápido posible.

-Bueno, él no está aquí, lo estoy buscando y te agradecería mucho que comprendas la razón por la que tu correspondencia no ha sido entregada, pero ten por seguro que si lo recibirás.

-A este punto no estoy seguro de que Eddie pueda entregármelo, pero agradezco mucho tu interés, feliz tarde vecino.

"CORRE" se decía a si mismo de manera inconsciente.

-Tengo que pedirle ayuda a Julie.

Aturdido por no entender que sucedía, corrió lo más rápido que pudo a casa de su amiga.