🦋ᴍʏ ʜᴜꜱʙᴀɴᴅ💌

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Frank subió rápidamente a cambiarse y regresó a la cocina encontrándose a su esposo sirviendo la cena.

-Que rico huele, ¿Y mi postre?

La mejor forma de descubrir a alguien es ponerlo en una situación difícil.

-Oh... Cierto, lo siento cariño, no... ¡No hay ingredientes para hacerlo!

Pésima excusa, era el postre favorito de los dos, siempre había ingredientes para hacerlo, pero le seguiría el rollo.

-¿En serio? Es una pena, tal vez mañana vaya a comprar entonces-dijo el azabache finjiendo tristeza mientras tomaba asiento.

-Mañana es mi día de descanso, puedo acompañarte.

-Eso me alegraría mucho.

Mientras comían en silencio, Frank recordó algo y creía oportuno preguntarlo.

-Oye Ed, cuando te fuiste, Wally me comentó de un entrega que necesitaba con urgencia y que no pudiste darle, aunque supongo que ya no lo necesita porque ya pasó algo de tiempo y no me volvió a hablar de eso.

"Eddie" simplemente se le quedó viendo hasta que reaccionó.

-Oh, no te preocupes, en realidad ya se lo entregué y me disculpé por el retraso.

-Es un alivio y... ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro, dime-extrañamente el pelirrojo se puso muy nervioso y empezó a evitar el contacto visual.

-La otra vez estaba hablando con... Julie, y... Me comentó que hay veces en las que sales del vecindario, ¿Porqué no estaba enterado de eso?-la cena quedó de lado, el azabache le molestaba tener más dudas que respuestas.

-Nada en especial, solo algunas cosas de Howdy que no pueden llegar hasta aquí.

¿Cosas que no pueden llegar hasta aquí?

-Disculpa tanta pregunta cariño, pero me da curiosidad, ¿Cómo funciona exactamente la entrega de paquetes desde el exterior?

-Fácil, un poco lejos de la entrada del vecindario hay un buzón, donde dejan las cartas y paquetes por la noche al final de mi jornada, por lo que solo lo dejo en mi oficina y al día siguiente lo entrego, pero solo caben pocas cosas y pequeñas, Howdy necesita muchas cosas y grandes que no caben ahí.

Eddie hizo una pausa para dejar los platos en el fregadero y luego siguió.

-Entonces tengo que ir en camioneta un poco más lejos a un lugar donde la empresa afiliada de Howdy puede dejar las cosas y ya.

-Oh... Con que así funciona...

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Al día siguiente, como Eddie prometió, se tomó un descanso y acompañó al azabache a Howdy's Place para los ingredientes del postre.

Al llegar saludaron a la oruga y empezaron con lo suyo.

Mientras Eddie tenía la lista de ingredientes y los buscaba, Frank como siempre se ponía a pensar en todo.

Habia algo que también se le hacía raro, ¿Eddie no se dió cuenta del accidente de Julie? La casa estaba prácticamente destruida y obviamente Julie ya no había llegado a visitarlos como simpre, ¿No se le hacía raro?

Él nunca la nombraba ni preguntaba absolutamente nada, incluso ahora se estaba dando cuenta de que... A nadie le había importado.

Él fue el único que lloró, él fue el único que estuvo en negación por la muerte de Julie, mientras todos a día de hoy seguían como si nada.

Ese día luego del incendio, Sally y Howdy actuaron muy indiferentes con la situación y se largaron de ahí solo para seguir con sus cosas, los únicos que buscaron ayudarlo fueron Poppy y Wally.

También a nadie le preocupó la desaparición de Eddie y Barnaby, nadie hablaba de Barnaby.

-Que increíbles vecinos...-murmuro el azabache con un poco de rencor hasta que sintió un escalofrío.

Volteo a todos lados buscando la razón hasta que se encontró con la mirada de Wally clavada en él.

Eso lo hizo sentirse incómodo y apresuró a "su esposo" a salir de ahí.

-¿Sucede algo cariño?

-No nada Ed, solo... Quiero irme de aquí porque... ¡Mis mariposas y mis capullos! Tengo que verlos, hace mucho no los veo.

-Oh, está bien, vamos.

Frank llevo prácticamente a Eddie arrastrado del lugar para ya no sentirse observado.

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Al llegar a casa, Eddie empezó a preparar el postre y Frank fue a su lugar especial donde tenía las mariposas y los capullos en el jardín.

Lo que dijo no era mentira, había descuidado mucho a sus mariposas con todo lo que había pensado.

Estuvo ahí un buen rato hasta que se percató de algo, un capullo roto con una sustancia negra escurriéndose.

Se puso unos guantes y agarró el capullo para examinarlo.

-¿Qué es esto?