Apresuré mis movimientos para poder cambiarme lo más rápido posible por el uniforme de mi trabajo, una vez hecho, tomé las llaves del departamento, asegurándome antes de llevar todo lo que necesitaba para el día. Por último, saludé a mi perro que se despedía de mí moviendo su cola, me marché.
El tráfico de la ciudad y yo éramos enemigos mortales, apestaba y siempre me hacía llegar más tarde de lo que quería, hoy no era la excepción. Decidí ir caminando en vez de tomar el transporte publico, no atravesaría nuevamente el estrés por estar muchos minutos estancada en el mismo lugar, para mi maravillosa suerte el centro comercial quedaba a unas diez extensas calles. No alcancé a llegar a la entrada, pero desde esa distancia ya se podía apreciar la enorme fila de fanáticos que se formó, los cuales mataban el tiempo gritando y cantando las canciones de los chicos.
Mi idea en mente era llegar al lugar mas temprano de lo habitual, y buscar a mi jefa para que me asignara los pendientes laborales que tenia en ese día. En definitiva seria, terminar todo rápido, obtener el permiso de mi jefa para retirarme antes y finalmente verlos; ese era el gran plan. Mis manos temblaban, no podía encontrar la causa de esta reacción, pero creía que el solo hecho de volver a verlo, tenia a mis emociones en una montaña rusa. Jungkook era el único que lograba esto en mi, era esa persona por la cual harías cosas que nunca imaginaste que harías. Mi felicidad se resumía en poder verlo, extrañarlo, y verlo una vez mas; era un bucle del cual no me cansaría jamás, porque solo el saber que existía llenaba mi alma. Adoraba al resto de los integrantes pero mis sentimientos hacia Jungkook iban mas allá de eso.
Antes de llegar a la oficina para avisarle a mi jefa que había llegado, pude escuchar a la perfección como los gritos comenzaron a crecer de forma inmediata, eso significaba solamente una cosa. Habían llegado.
Corrí rápidamente en dirección a la gigante entrada, mis dudas habían sido despejadas completamente, estaban allí, justo frente a mis ojos. Bajando de una gran camioneta negra.
El primero en descender fue Yoongi, tenía una grata sonrisa en su rostro, ingresó rápidamente, pude verlo de más cerca. Seguido de él, HoSeok, SeokJin, Jimin, TaeHyung, en ese orden exacto. Todos con una enorme sonrisa, ingresando de a uno. Algunos pasos más atrás de ellos, visualicé a Namjoon. Todos saludaban energéticamente a sus fanáticos que gritaban como si no existiera un mañana, incluso algunos estaban llorando. Logré contener las enormes ganas que tenia de ir corriendo a abrazarlos.Finalmente, luego de unos cuantos segundos, bajo él. Literalmente sentí que todo mi alrededor se ponía en cámara lenta. Podía escuchar a mi corazón comenzando una carrera de velocidad, mis manos temblaban de una manera peligrosa y tenía muchas ganas de llorar. Los tenía tan cerca de mí, era imposible contener mis emociones.
Luego de que entraron, los guardias cerraron las grandes puertas del centro comercial. Se quedaron un rato riendo y charlando cosas que no lograba entender fácilmente. Me encontraba a unos pocos metros de ellos. Jungkook era el único que miraba totalmente perdido hacia otra parte, analizando el lugar, estaba serio. Aun así, se veía totalmente perfecto.
No sé si fue a causa de mi agitación, pero juro que por un momento sentí que cruzó su mirada con la mía, nuestros ojos se entrelazaron por cortos milisegundos. Y juro que justo ahí, con esos orbes oscuros que me hacían brillar mirándome, sentí que mi corazón ya no latía en lo absoluto. Luego se formó una hermosa sonrisa en sus labios, agachó la cabeza en forma de saludo con cierta formalidad. Creo que me sentía en el cielo, retuve con mucho esfuerzo las ganas de llorar. ¿Podía existir alguien tan malditamente perfecto como él? Absolutamente no. ¿Se acordará de mí? Deseaba con todas mis ganas que realmente lo hiciera. Le respondí de la misma forma, con una estúpida sonrisa. Luego, vino el manager y los llevo hacia otra dirección.
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Punto Final ღ «Jungkook»[EN EDICIÓN][1er Temporada/CVTuG?]
FanfictionMi pulso rebotaba en mis oídos, la taquicardia era mas fuerte ante el peligro inminente. Mi alma estaba desecha, al igual que mi vida. Había llegado a ese punto, en donde ya nada importaba, en donde seguir respirando cada día se hacia mas difícil...