[FLASHBACK]
Eran las 8 de la noche del viernes. Nuevamente guardé un par de cosas en mi mochila y salí con sigilo por la ventana. Las lágrimas no paraban de brotar de mis ojos, las sequé y tomé un profundo respiro. Mi cuerpo temblaba por el dolor y la tristeza que sentía en ese momento. Me dirigí al lugar de siempre, oí el ruido del tren pasar y una ligera llovizna comenzó a hacerse notoria. Me senté en la estación y abracé mi mochila, sintiéndome desprotegida. Siempre me sentí así, la mayor parte de mi vida, son todos recuerdos dolorosos. Pero cuando estaba a su lado, todo cambiaba. Me propuse a esperarlo, no tardaría demasiado en llegar. De pronto sentí unas manos cálidas tapar mis ojos.
— Adivina quién soy. —Susurró en mi oído, su voz era tan característica, que era imposible confundirla con la de alguien más. Me levante rápidamente, y me lance a sus brazos.
— Hey —Dijo asustado y un poco preocupado, correspondiendo mi abrazo. No pude evitarlo, solo comencé a llorar entre sus brazos. El comprendió en un instante lo que estaba ocurriendo. Me acaricio lentamente la cabeza mientras susurraba que todo iba a estar bien. Como lo hacía de costumbre, era algo que me tranquilizaba por completo.— Ya no lo soporto —Dije cansada. — Lo odio tanto, Jungkook —Confesé con mucho dolor.
— Te prometo que todo esto pasara. —Dijo, con seguridad, soltándome y tomando mi rostro.
— Te prometo que cuando logre conseguir el dinero suficiente, te ayudaré a salir de la casa de ese enfermo que se hace llamar tu padre. Espera un poco mas ¿Sí? —Susurro con su voz quebrada. Podía ver como sus ojos comenzaban a humedecerse. Me soltó y dirigió su vista hacia otra parte, un poco avergonzado, no le gustaba que lo vieran llorar. Tome su rostro para que me mirara. Finalmente, se le cayó una lagrima, y la seque con rapidez.
— Gracias por todo. Por siempre darme esperanzas, cuando mi mundo se viene abajo. —Susurre, mirándolo fijo a los ojos.
— No tienes por qué agradecerme —Negó con dulzura, abrazándome nuevamente. — Siempre estaré para ti. Pase lo que pase —Susurro, dejando un beso sobre mi cabeza. Sonreí como una idiota ante sus palabras y su manera de tratarme. De seguro me encontraba ruborizada en ese momento. Me soltó y me miro de manera tierna.
— ¿Vamos? —Sonrió, extendiendo su mano. Lo mire estúpidamente, sin reacción. Hasta que luego de segundos la tome. Sentí un poco de nervios, y un cosquilleo en mi estómago. Realmente no entendía que éramos. ¿Los amigos se toman las manos? No lo sé. Pero de lo que si estaba completamente segura es que me gustaba, y demasiado. No iba a decírselo, por miedo a que termine nuestra amistad o algo por el estilo. Nos dirigimos hacia nuestro lugar habitual. Una sala de ensayo, en la cual cada vez que lo veía bailar o cantar, sentía que me moría por dentro. Llegamos allí, me senté en el suelo quejándome un poco.
— Traje todo, descuida. —Dijo, sacando de su mochila vendas y alcohol para mis heridas. Me saqué el suéter entre quejidos, quedando en una remera blanca y le di la espalda.
— No sientas vergüenza. —Dijo, levantando un poco mi remera dejando descubierta mi espalda, donde varias heridas comenzaron a hacerse presentes.
— Hijo de puta. —Maldijo entre dientes al ver esos golpes y heridas que se repartían por toda mi espalda.— Me da vergüenza mostrarme así delante tuyo. —Confesé, una enorme angustia inundaba mi alma.
— ¿Otra vez empiezas con lo mismo? No tienes que sentir vergüenza, ya tenemos la suficiente confianza para que yo te vea así... —Respondió él, incrédulo.
— No me refiero a eso, Jungkook —Me di la vuelta, y lo miré—. No me molestaría para nada que me vieras en ropa interior, si ese fuera el caso. —Confesé, sincera. El abrió sus ojos ampliamente y ladeo su cabeza sin comprender del todo a lo que me refería.
— Lo que me molesta son estas marcas horribles en mi piel. Me siento un asco. Y todavía sigo sin entender que haces perdiendo el tiempo aquí conmigo... —Otra lagrima estaba por salir nuevamente. Mi mirada se dirigió al suelo y comencé a respirar con dificultad, me dolía tener que mostrarme así frente a él. Sentí la atenta mirada de Jungkook sobre mi cuerpo, en un rápido movimiento tomó mi rostro entre sus manos, me observo fijamente y luego dejo un casto beso en mí mejilla.
— Esas marcas que llevas en tu piel, son las manchas de una injusticia que no se quedará así. No te avergüences de llevarlas, no es tu culpa. Esas marcas, para mi simbolizan a una chica fuerte, y luchadora. Ya pronto terminara esta lucha, y esa terrible pesadilla quedara en el olvido ¿Oíste? —Dijo tiernamente, estirando mis mejillas, para luego sonreírme. Esa sonrisa que siempre me enternecía, y me reconfortaba por dentro. No podía creer que existiera una persona como Jungkook. Me contagie de él y sonreí todavía conmovida, no podía entraren mi cabeza lo afortunada que era al conocerlo.
— Ahora déjame que cure esas marcas, ya no estés triste. Señorita Choi Jae Hee.¿De acuerdo? —Mencionó divertido.
— Oh si, Señor Jeon Jungkook —Bromeé, alegre y le di la espalda nuevamente. No podía entender como con unas simples palabras, él lograba cambiar mi estado de humor. Confortarme de tal manera. Nada podría estar mal, si él estaba conmigo. Lo único que quería, era permanecer a su lado por siempre, y en un futuro, si es posible, devolverle todo lo que me brindo a lo largo de este tiempo. Solo eso quería. Estar a su lado...
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Punto Final ღ «Jungkook»[EN EDICIÓN][1er Temporada/CVTuG?]
FanfictionMi pulso rebotaba en mis oídos, la taquicardia era mas fuerte ante el peligro inminente. Mi alma estaba desecha, al igual que mi vida. Había llegado a ese punto, en donde ya nada importaba, en donde seguir respirando cada día se hacia mas difícil...