Una nueva tarde con brisa brusca dejaba al notorio destino entrar por la puerta de Mināru.
Un cosquilleo indebido se posaba en su estómago, volviendo a besar a su sensei como múltiples veces lo hacía en los días.
—Mināru, tengo que decirte algo— susurró
—Dime, Kakashi— ella lo observó, juntos se separaron a una distancia considerable.
Siquiera antes de decirlo pudo balbucear, pues Uzumaki Naruto interrumpió su hora amorosa con un grito.
—¡Kakashi-sensei, Mināru-chan!— azotó la puerta. Su torso subía y bajaba, en su mano había un kunai con sangre aún fresca —S-Sasuke está... está...
—¿¡Eh!?— Kakashi observó la mano del menor y aquél kunai —¡Llévame para allá, ahora!— se levantó inmediatamente del suelo, donde anteriormente estaba a cuclillas.
La culpa rápidamente llenó a la de cabello rubio, llorando incluso sin saber qué pasó exactamente con el de ojos negros y por qué la exaltación de Naruto, por qué esa sangre, por qué todo.
Muchos pensamientos le llenaron, ninguno fue alegre, ni mucho menos leve. Con pesar recordó la veces que tuvo cerca a su amigo de pelos azabaches, y con gota de culpa siguió sollozando; a su vez perseguía al rubio y su enamorado.
—¡P-Por aquí! ¡Rápido!— indicó el pasillo estrecho, cual daba a esa habitación en específico.
Una casa antigua pero en buen estado era la que utilizaron para quedarse un tiempo, a menos hasta que acabase su misión de regreso a Konoha.
Mināru por inercia estrelló su mano en su abdomen, quitando ese aire de gas malicioso que se le generaba en situaciones así.
Antes de entrar a la habitación un grito desgarrador proveniente de Haruno descompuso a todos —¡Sasuke-kun!— ella tomó su buena voz y buena actuación para gritar ello, el de cabello negro solo gruñó y se tapó un oído.
El poseedor del Sharingan estaba muerto, según la Namikaze que no tuvo el valor de entrar y verle con sus propios ojos miel.
Su amado Kakashi entró seguido de Naruto, tardó segundos en entrar, más tarde supuso que esos segundos habían sido casi años.
Respiró hondo antes de entrar y llenarse de esa atmósfera triste, de esa aura deprimente que ella pensaba se trataba de muerte.
Corrió y entró con el pecho en alto, se quedó perpleja viendo al cuerpo del Uchiha...
, ¿con una tarta en manos?
—¡Sorpresa Mināru-chan' dattebayo!
—¡Feliz cumpleaños, pequeña dobe!— el supuesto muerto habló con una media sonrisa en el rostro.
—¡Feliz cumpleaños a tí, Mināru-chan!— Sakura prosiguió.
Por último recibió una mirada pasiva de su amante Hatake Kakashi —Feliz cumpleaños Mināru, linda— expresó con una sonrisa.
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𝐇𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 🝮︎︎︎︎︎︎︎ 𝐊. 𝐇𝐚𝐭𝐚𝐤𝐞.
Fanfiction❥︎━━━𝗞━━━ ❝ 𝘚𝘪 𝘱𝘰𝘳 𝘮í 𝘧𝘶𝘦𝘴𝘦, 𝘩𝘶𝘣𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘳𝘰𝘵𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘤𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴; ¿𝘕𝘰 𝘭𝘰 𝘷𝘦𝘴? 𝘠𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘵í 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘳𝘢 𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘢𝘣𝘭𝘦 ❞ ❣︎ 𝗻𝗼 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀...