¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La confesión entre muchas comillas “confesión” no lo había sido para Minā, pues un simple; –“No podría corresponderte sabiendo que pierdo todo lo que toco, todo lo que amo.”–
No era suficiente si no eran seguidas de acciones, y Hatake Kakashi nunca le había dado una sola después de su confesión...
—¿Es tan difícil para tí darme una señal de que me amas... Kakashi?— susurró con ojos cerrados, sobre su cama y tendida de manera vaga.
—Sí, muy difícil—una voz le interrumpió, y no, no era la de su sensei —¡Ja bromeo, soy yo' ttebayo!
—¡Ah Naruto!— se levantó rápidamente. Buscó entre sus cosas lo que probablemente el chico venía a buscar —Ten aquí tienes—
—No no, no vengo por el dinero que me debes, Minā-chan. De hecho, venía a verte porque queríamos salir contigo, yo, Sasuke y Sakura-chan — sonrió motivado —¿Estás ocupada?
—No, claro que no lo estoy. ¡Y por supuesto me vendría bien salir contigo y los chicos!
Uzumaki asintió, fingió una sonrisa después de haber escuchado claramente cómo su amiga volvía a pensar en Hatake.
Al bajar y esperar Mināru fuera, este se detuvo a pensar lo que diría.
—Oye, Minā-chan— comenzó a platicar.
—Dime— cerró la puerta de casa, cautelosa guardó la llave que casi siempre se perdía y volvía a estar en su bolsillo días después.
Un trago delicado de saliva fue una bomba nuclear en sus pensamientos, el rubio Jinchuriki no solía ser tan maduro —Hmp bueno... Cómo empiezo... Mināru-chan, eres mi amiga y quiero decirte que no me gusta nadita la manera en que sigues pensando sobre Kakashi-sensei— se detuvo para observar su actitud, al ver que no le molestaba prosiguió —Es tu vida, lo sé, no puedes quitar ese sentimiento... pero, no está bien si te hace daño, ¿sabes?
Para la de cabello rubio fue una incógnita. Él sabía que ella no seguiría insistiendo a Hatake después de su confesión, pero seguían molestándola con que estaba mal —tanto él, Sasuke y Sakura— con sentir algo por el mayor. Después de todo, era su desdicha, su problema; no tenía nada qué hacerle para dejar de sentir cosas, aunque quisiera no lo lograba.
—Te entiendo, siempre te preocupas por los demás, Naruto. Pero aunque me digas que hace daño no cambiará en nada, es algo inherente a mí... yo no puedo controlarlo, me ha pasado por azar.
—Me da pena verte así por algo que según dices y no puedes controlar. Somos pequeños aún, estoy seguro de que alguien mejor vendrá' ttebayo— levantó el dedo pulgar carismático, esa cara que siempre mostraba.
Eso a ella le dolió, le dió una impotencia gigante –"¿Querer a otro? ¿Imaginarse con otro? ¿Imaginar a Kakashi con otra?"– Para ella eso no era pensable. Ella quería a Kakashi, ella necesita a Kakashi y a nadie más. El solo hecho de pensar que no estaría con Kakashi en un futuro cercano, la llenaba de una impotencia tan inexplicable.
